Pasé un mes y medio trabajando para la agencia Tierras Polares en el sur de Groenlandia, una experiencia que sin duda volvería a repetir. Glaciares, icebergs, fauna salvaje que no conoce al ser humano, mucho trabajo y una compañía excepcional. Territorio vikingo y cultura Inuit, que debe adaptarse, y lo hace, a unas condiciones de vida muy extremas.