Durante nuestro viaje entraríamos tres veces en Siria, más otra en la que tuvimos que volver desde la frontera turca a por un papel. Fue el país en el que más caro nos costó entrar ya que nos pidieron 200 dolares por «tasas» de combustible. A nuestro regreso definitivo también pasaríamos una fría nochevieja de 2008 junto a la Ciudadela de Bosra, en total 2243 kilómetros entre las tres estancías, un total de 18 días. Por desgracia, ahora en 2015 cuando escribimos sobre Siria nos entristecemos, un país de gente cordial que vive una cruel guerra civil.