Bosra, la ciudad negra

29 de octubre de 2005

Bosra-IIIDejamos Damasco el 28 de octubre con la intención de llegar a dormir cerca de Bosra, pero como en tantas ocasiones el tiempo se nos echó encima en la carretera. Nos desviamos antes de lo previsto de la autopista y nos dirigimos hacia un punto que en el mapa indicaba como vestigio arqueológico, nunca se sabe. En una gasolinera de un pueblo aparcamos y preguntamos si podíamos pernoctar allí, por supuesto fue la respuesta. Como agradecimiento Rafa les llevó unos caramelos a los hijos de la pareja que regentaba el negocio; volvió con un kilo de tomates. Así son las cosas en los países árabes, nunca te vas con las manos vacías.

BosraEl primer vestigio no lo encontramos, no había indicaciones, y sabíamos que si nos poníamos a buscarlo no llegaríamos a Bosra hasta el anochecer. En cambio encontrar Qanawat fue fácil. Cuando nos acercábamos a la zona de interés del pueblo vimos salir de una casa a unos monjes ortodoxos con unas barbas hasta el ombligo, la cristiandad se encuentra muy extendida por este país. Aparcamos y realizamos la visita.

Había una zona vallada que incluía restos de una iglesia bizantina enorme y otros edificios adyacentes, todos en basalto negro; la entrada nos costó 2 millones. Luego nos dimos un largo paseo por el pueblo comprobando como los habitantes habían usado restos bizantinos para construir sus casas, algunos incluso tenían en su patio una torre completa que imaginamos usarían como almacén o despensa. También pudimos observar los restos de un aljibe con algunas arcadas en buen estado. El pueblo es un pequeño museo a descubrir.

Bosra-IVLuego le tocó el turno a Bosra, a unos setenta kilómetros al sur de Qanawat. Es una ciudad, como Qanawat, construida con piedras de basalto negro. Lo más imponente es el teatro romano, aunque ya tenemos tantos en nuestro haber que no le dimos mucha importancia. Sí nos llamó la atención el entramado de subterráneos y escaleras que dan acceso a las gradas y al escenario. Y es que en Bosra los árabes aprovecharon el teatro, tan bien conservado por las arenas del desierto, para construir una ciudadela defensiva, y por lo tanto está incorporado en ella.

Bosra-IILa zona antigua se extiende hacia el norte y está plagada de restos de templos y edificios romanos y bizantinos. Se observaban hileras de columnas, arcos típicamente bizantinos y calzadas con losas de piedra. Nos llamó la atención un campanario como los que podemos encontrar en cualquier ciudad castellana, y nos acercamos a él. Debió ser en sus inicios una iglesia pero los árabes pronto la convirtieron en mezquita, la Omar Camii. Algunos dicen que es la tercera mezquita más antigua del islam y que data del siglo VII, aunque parece que no está claro y podría ser del siglo VIII.

Qanawat-IIIDe regreso, junto a la mezquita, visitamos un antiguo hamam, debió ser un lugar muy agradable en su momento. Le dimos una propinilla al guardián que nos la enseñó, se empeñó en seguirnos y aunque no hablaba nada de inglés nos cayó simpático. Entre más restos llegamos a unos tiendas de recuerdos y a una zona de casas habitadas, donde la ropa tendida contrastaba con el negro de las piedras de las paredes.

Qanawat-IIUn poco estresados por la rápida visita al país nos dirigimos hacia la frontera. Antes teníamos que repostar, no podíamos perder la oportunidad de cargar nuestro depósito con el gasóleo más barato que habíamos encontrado: 7 LS/litro (unos 10 céntimos de euro el litro), ¡¡¡por menos de 9 euros llenábamos el depósito!!! En Jordania sabíamos que también era barato, pero no tanto. Paramos en una gasolinera, nos tocó esperar un buen rato, al principio no entendíamos porqué, pero luego vimos que un enorme camión estaba descargando, estaba llenando los tanques de gasóleo. Mientras tanto se creó una gran expectación entorno a nosotros, de nuevo el centro de atención. A la media hora pudimos marchar ante la mirada de unas decenas de personas; esta vez nada se interponía entre nosotros y el nuevo país. Seguramente con un depósito nos daría para recorrer Jordania, nuestra intención era sólo estar un par de semanas…

Bosra

 Bosra fue la capital norteña del Reino Nabateo en el siglo I d.C., convirtiéndose luego, tras la anexión a Roma, en la capital de la provincia romana de Arabia. Los musulmanes ocuparon la ciudad en el 634 de nuestra era. La población actual vive en las mismas casas que llevan siendo habitadas desde hace más de veinte siglos, construidas en basalto negro.

Qanawat

 A lo largo de todo el territorio Sirio son muchas las poblaciones con restos de antiguas civilizaciones. Qanawat es un buen ejemplo de legado bizantino. Los cruzados pasaron por la ciudad y dejaron su marca en columnas y piedras.