Vang Vieng

Vang Vieng

Vang Vieng, hacia el abrupto norte 30 de octubre de 2007 Recogimos la furgoneta en la Volkswagen de Bangkok, donde había permanecido durante más de dos meses, y nos pusimos en marcha. Pero antes de dirigirnos a nuestros siguiente destino pudimos disfrutar de la última visita del viaje, de nuevo fue en Bangkok; recogí a Carlos y a Bea en el aeropuerto de la capital a las 5 de la tarde y nos reunimos con Rafa dos horas después en la calle Khao San Road donde nos tomamos unas cervezas antes de ir a cenar a base de pescado a la brasa al koreano que descubrimos en agosto con Mónica y Javi en la calle Rambuttri. Las cinco horas que pasamos juntos fueron muy divertidas y nos pusimos al día de cómo iba el país y nuestros amigos comunes, allí nos despedimos con intención de volver a vernos en el mismo lugar antes de que regresaran, pero no pudo ser, se prepararon un plan tan completo que sólo regresaron a la capital para coger el avión de regreso a Europa. Mientras ellos vivían la Tailandia más salvaje haciendo rafting, bicicleta y submarinismo, nosotros nos dirigíamos a Laos bajo cuerda, nuestro permiso caducaba al día siguiente, debíamos conducir hasta la frontera y cruzarla en un día, prueba superada gracias al buen estado de las carreteras tailandesas. Nada más cruzar la frontera condujimos al norte, hacia Vang Vieng, uno de esos lugares de los que tanto habíamos oído hablar. El camino fue muy espectacular, montañas afiladas y profundos valles, casi como gargantas, la furgoneta se portó como una campeona y ascendió...