Austria, del Tirol a Fígaro
21 de julio de 2005
Aquella mañana nos despertamos en Alemania, a tan sólo unos pocos kilómetros del primer pueblo austriaco de nuestro camino. Después del puerto nos hallamos en una valle rodeado de montañas que invitaban a caminar y respirar, así lo hicimos. Nos dimos un paseo por un camino forestal que se adentraba en el bosque; en seguida el ambiente se hizo más fresco y la fauna local hizo su aparición.
Nos acercábamos a Innsbruck por la carretera denominada «Alpenstrasse», e íbamos dejando el pico más elevado de Alemania al norte cuando nos encontramos con un paisaje de espectacular belleza (como otros miles que esperamos encontrar). Cerca de la localidad de Ehrwald hallamos unos lagos de montaña idílicos, con las montañas al fondo; el lugar merecía una tanda de fotos. El lugar es tan bonito que el turismo ya lo ha explotado, no faltaban las cafeterías y tiendas de recuerdos (pero éstas no eran tan merecedoras de nuestra cámara).
Innsbruck nos dejó con la boca abierta desde el primer instante. La ciudad no puede encontrarse en mejor lugar, el río Inn lo atraviesa dejando a ambas orillas edificios de singular belleza. Y las montañas están en todas las esquinas, no hay calle desde la que no se sientan los Alpes. En el que hoy es el suburbio de Wilten se hallaba el antiguo poblado romano de Veldidena. Pero Innsbruck como tal no es mencionada hasta el siglo XII, y no es nombrada capital del Tirol hasta 1420. En el siglo XV se construye el castillo de Fürstenburg, coronado por la conocida Goldenes Dachl, una logia gótica de color dorado. Fue mandado construir por Maximiano I, y su techo está cubierto por 2.657 láminas de cobre dorado, de ahí su nombre.
El ambiente que se respiraba en la ciudad era muy agradable, con los tranvías circulando por las avenidas principales y la gente paseando por las calles y por las orillas del río. ¡¡Nada que ver con lo que nos esperaba en Praga o Venecia!! Después de pasar medio día en Innsbruck nos dirigimos hacia Salzburg, ciudad natal del famoso compositor Amadeus Mozart (nombre abreviado como podréis ver más adelante…). Yo ya había visitado esta ciudad en febrero de 1999, cuando fui a visitar a Inesina, que disfrutaba de su beca erasmus en dicha localidad; ¡entonces pasé mucho frío! Esta vez el clima me ha sido más favorable, disfrutando de temperaturas veraniegas de más de 20ºC.
La ciudad estaba muy animada, con un mercadillo en la orilla derecha del río Salzach, con conciertos vespertinos (a cuyos ensayos se podía acercar uno a lo largo de la tarde) y con alguna festividad local acompañada de fuegos artificiales.
Volví a disfrutar de las calles peatonales con sus letreros sobresalientes y de sus pasadizos llenos de comercios y puestos ambulantes. Para los amantes de la historia añadir que fue una colonia celta, y más adelante, una localidad comercial romana llamada Juvavum. Desde el año 800 fue sede arzobispal. Pertenece a Austria desde 1814.
Es una ciudad universitaria dedicada al turismo y a actividades como la fabricación de cerveza o a las manufacturas del metal. También es una ciudad volcada en el arte, donde se celebran festivales anuales de música y de teatro.
El Tirol
De camino a Innsbruck, capital del Tirol austriaco. La región linda al norte con Alemania y al sur con Italia. Desde Ehrwald pudimos observar uno de los múltiples lagos de montaña que se encuentran en la región, y el pico más elevado de Alemania: Zugspitze, con 2.963 m de altitud. Pertenece a la cordillera Wettersteingebirge. En el Tirol las actividades más desarrolladas son la silvicultura, la ganadería bovina, la industria lechera, y la minería de sal y plomo; además de la turística, muy activa tanto en verano como en invierno. Innsbruck está bañada por el río Inn, el más importante del Tirol austriaco. Se encuentra en la confluencia de dos grandes rutas, el paso de Arlberg que comunica Europa Occidental con Europa Oriental, y el paso de Brenner que une Alemania e Italia.
Salzburgo, la ciudad natal de Johannes Chrysostomus Wolfgang Amadeus Mozart.