San Francisco, la princesa de California

Abril – Mayo de 2013

La legendaria ciudad fue nuestro comienzo y final del viaje por Estados Unidos.

En cinco días pudimos visitar algunos de los atractivos de esta ciudad, que ya conocíamos de la televisión o el cine, y es que San Francisco, como le ocurre a Nueva York, es la ciudad más exportada de Estados Unidos, de ahí que el Golden Gate, la Cárcel de Alcatraz, las imposibles cuestas o los tradicionales tranvías ya sean muy conocidos por el mundo, aunque es una ciudad con muchísimos más puntos de interés, que bien merece una larga estancia, sobre todo si el tiempo es benigno.

Era la primera vez que sentí el Jet-Lag, es un duro viaje desde Madrid, no tanto el primer vuelo hasta Filadelfia, pero cuando llegamos a San Francisco estábamos bastante cansados, aún así nadie nos quitó la emoción de encontrarnos con Ruth y Javi ¡A más de 9000 kilómetros de casa! Con ellos viajaríamos 5 intensos días, un par de ellos en la ciudad.

La cuestión es que a las tres de la mañana estaba como una rosa, limpiando la cámara y planificando un viaje que acababa de empezar. Una vez por la mañana y cuando empezamos a visitar la ciudad fui notando como el Jet-Lag me iba haciendo mella. Nuestra primera visita sería la mítica cárcel de Alcatraz, convertida hace unos años en museo. Habíamos conseguido las entradas previamente en Madrid, ya que es un destino muy visitado. Y ahí que nos vimos, cogiendo el ferry que atraviesa la temible bahía, con un agua gelida y plagada de tiburones, las gaviotas se acercaban al ferry abarrotado de gente para recibir las generosas raciones de pan, mientras la silueta de la cárcel, incrustrada en un peñón de piedra iba acercándose.

Ya nos dimos cuenta de lo que luego corroboraríamos varías veces más, cualquier atracción en Estados Unidos es un espectáculo y, por supuesto, está bien organizada.

Pasamos un poco de la visita guiada, quizá por la pereza de tener que esforzarse para traducir desde el inglés, así que más o menos, cada uno por su cuenta, fuímos paseando por la distintas galerías de la cárcel, observando las minúsculas y austeras celdas, la zona de incomunicación donde se castigaba a los reclusos o los patios exteriores, con unas estupendas vistas sobre la bahía, algo que pensé sería bastante cruel para los reclusos. Por último, estrategicamente ubicado, nos encontramos con la tienda de souvenirs, posters de películas rodadas en la cárcel, llaveros, pelotas de beisbol y un largo etcétera.

Tras la visita a la cárcel nos topamos y vivimos la primera inmersión en la cultura norteamericana tan llena de tópicos que, en este caso, resultaron muy reales. Comimos en un restaurante del muelle 39, donde nos dejó el ferry de vuelta, mesas decoradas con motivos de Estados Unidos., repletas de familias y de platos enormes que apenas dejaban espacio a los cubiertos, cerveza Budweisser o Miller, hamburguesas con todo lujo de detalles, nachos con queso y demás delicias altas en colesterol, de fondo música americana que apenás se escuchaba por el escándalo del lugar, una experiencia mucho más allá de lo gastronómico, que resultó divertida.

San Francisco es una ciudad en la que es necesario coger los tranvías o algún otro medio de transporte, de lo contrario se convierte en un rompepiernas el subir las cuestas que repletan la ciudad, algunas de ellas verdaderamente empinadas.

Tiene un clima caprichoso, su situación en la bahía y las peculiaridades de su microclima provocan que tras sortear una esquina pueda aperecer un viento incómodo y frío sin previo aviso.

Es una ciudad dividida en distintos barrios bastante definidos, Chinatown, la zona financiera, el barrio italiano, Haight Asbhury, Castro, Mission o Presidio, cada uno con sus particularidades o sitios de interés.

Desde las mansiones victorianas de Haight Asbhury, donde nosotros buscamos aquellas donde en su época se alojaron grupos de los 70 como Jefferson Airplane, Grateful Dead o Janis Joplin entre otros muchos, el barrio de Castro, una de las piedras angulares de los comienzos del movimiento gay en el mundo, el distrito de Mission que fuímos a visitar para conocer la zona de murales, Presidio, una amplia zona de parques junto al Golden Gate más un largo de pequeños alicientes que hacen de esta ciudad un gran destino para unas vacaciones.

 

Como atráctivos fuera de guías turísticas nosotros buscamos localizaciones de cine, San Francisco alberga una buena cantidad de ellas, Vértigo, Harry el Sucio o La Roca, entre otras muchas.

También visitamos el pueblo de Sausalito, justo enfrente de la ciudad, al otro lado de la bahía, un tránquilo pueblo con unas estupendas vistas panorámicas de la ciudad y donde comimos una suculenta hamburguesa junto al paseo marítimo.