Budismo en Borobudur

14 de mayo de 2007

En el centro de la isla de Java, en una zona primordialmente rural y al abrigo del activo volcán Merapi se levanta el enorme templo budista de Borobudur, uno de los más grandes del mundo.

Borobudur

Silueta de volcanes

Nosotros llegamos hasta el pueblo en dos autobuses desde Yogjakarta y nos alojamos en el único hostal cercano al sitio arqueológico, y uno de los pocos existentes. Junto al templo existe una gran explanada repleta de puestos de comida y de souvenirs, la mayoría de ellos cerrados, justo enfrente de una de las entradas a la explanada está nuestro hostal, que deja bastante que desear, sobre todo en lo que a la limpieza de la habitación se refiere. Había también alojados una pareja de franceses, ni un extranjero más en la zona ya que lo común es visitar Borobudur en una visita guiada desde Yogjakarta.

Borobudur-IIPor la tarde nos acercaríamos a ver a qué hora abrían el monumento, ya estábamos avisados que lo mejor era visitarlo a primera hora de la mañana, para evitar así las hordas de turistas que empiezan a llegar a partir de las nueve. A las seis abría las puertas y a esa hora estaría allí, esta vez yo solo, ya que la entrada de once dólares nos pareció bastante cara y decidimos que lo visitaría yo solo. Poco más había que hacer en el inhóspito y desangelado pueblo por lo que pasaríamos la tarde en el hostal mientras fuera llovía copiosamente.

A las seis en punto entré en el complejo de Borobudur, junto con los franceses, los primeros rayos de sol pasaban a duras penas entre las nubes y la silueta del Merapi y otro volcán junto a él dominaban el horizonte. Un largo paseo arbolado iba a dar a las escaleras de acceso al templo, a medida que iba acercándome se empezaban a perfilar las primeras pequeñas estupas y el último nivel, que culminaba a una altura de cerca de cien metros. Al subir las escaleras me topé con él, tiene una base rectangular enorme, calculé que como un estadio de fútbol, tras hacer unas fotos a los volcanes que dejaba a mis espaldas me dispuse a subir al primer nivel, de los siete que tiene, los rayos de sol ya marcaban los primeros relieves del nivel inferior.

Borobudur-IVTodos los niveles se circunvalan por un estrecho pasillo lleno de relieves que narran distintos pasajes de la vida de buda, aunque habría que ser un erudito en la materia para entender cada uno de ellos, ricos en detalles.

A medida que se sube de nivel éstos van haciéndose más cortos de recorrido pero igual de ricos en detalles, las estatuas de Buda en posición meditativa están por todas partes, resulta irónico pensar que el propio Buda ordenara a sus discípulos que no quería que se le representase, ya que él quería ser recordado como un hombre, no como un profeta o Dios.

La culminación del templo, en el séptimo nivel, es grandiosa, no sólo por las curiosas decenas de estupas que lo cubren, sino por las vistas que se tienen del lugar, volcanes y colinas, allí me quedé un rato dando vueltas y tomando fotografías,… y fue en ese ímpetu por tomar fotografías cuando al cambiar un objetivo por otro uno de ellos rodó por el suelo de piedra hasta caer y romperse en cuatro o cinco pedacitos, mientras a mí se me quedaba cara de tonto. Bajé de nuevo hasta la base por otro monumental acceso de los cuatro que tiene el monumento, uno a cada lado, ahora el sol daba de pleno en la estructura, por lo que me quedé un rato más haciendo fotografías.

Borobudur-IIIDespués recorrí el parque que rodea el complejo dándome la vuelta de vez en cuando para observar el monumento, así llegué hasta la salida, orientada estratégicamente para tener que recorrer largos pasillos llenos de tiendas de souvenirs, afortunadamente sin abrir todavía. A las nueve estábamos cogiendo el autobús local que nos llevaría en otro azaroso viaje hasta nuestro siguiente destino, el altiplano volcánico de Dieng.

Desde hace ya muchos siglos el Islam es la religión principal en Indonesia y más todavía en la Isla de Java, pero antes de su llegada el budismo era la principal fuente de fe y Borobudur es un rotundo ejemplo de la importancia y la gloria que tuvo Buda en esta zona del planeta.

Borobudur

 

El mayor monumento budista del mundo se encuentra en la isla de Java, a unos cuarenta kilómetros al noroeste de la ciudad de Yogjakarta. Su ejecución se remonta a la corta dinastía Sailendra que gobernó la región entre el 778 y el 856 d.C..

Como muchos otros monumentos del centro de la isla fue repentinamente abandonado poco después de su finalización, tal vez tras una violenta erupción del cercano volcán Merapi, que enterraría la estupa bajo cenizas y rocas volcánicas durante varios siglos. Borobudur se redescubrió a principios del siglo XIX, cuando el entonces gobernador de Java, el británico Thomas Stanford Raffles (fundador de Singapur) mandó explorar la zona tras escuchar rumores sobre templos y esculturas budistas. Durante dos meses sus hombres limpiaron la zona y hallaron restos del templo, pero no se atrevieron a desenterrarlo y cayó en el olvido otros noventa años.

Finalmente los holandeses iniciaron su restauración a principios del siglo XX, finalizándola en 1911. En los años 50 la Unesco tuvo que implantar un programa de protección debido al estado de deterioro del monumento, el programa culminó con un proyecto que duraría diez años para ensamblar más de un millón de bloques de piedra y la limpieza de la zona para su explotación turística.

Desde el cielo Borobudur representa un mandala (esquema geométrico que ayuda a la meditación), desde lejos en el suelo parece una estupa, pero en realidad es mucho más complejo, posee diez niveles, cada uno decorado con decenas de esculturas en piedra. Algunos expertos han comentado la similitud con los zigurats de las grandes civilizaciones del Eufrates.