Las tropicales Islas Perhentian

27 de marzo de 2007

El Mar del Sur de China es hogar de múltiples especies tropicales, las tortugas marinas, los tiburones, los peces loro y payaso nadan a sus anchas entre coloridos corales de formas caprichosas.

La primera vez que tuvimos conocimiento sobre las Islas Perhentian fue ojeando la guía de Malasia que adquirimos en Sri Lanka, presentaban las islas como un paraíso del buceo y el snorkel y, aunque no era el único destino de este tipo en el país, sí era el más económico, con instalaciones orientadas a satisfacer a los mochileros que viajan por el Sudeste Asiático. No volvimos a pensar en ellas hasta que recibimos un email de Marta, se encontraba en una de las islas disfrutando del sol y de los fondos marinos, parecía entusiasmada con el lugar, más adelante comprobaríamos que no era para menos.

Perhentian-III

Existen dos islas principales, Kecil Perhentian o Pequeña Perhentian y Besar Perhentian o Gran Perhentian, además de algunos islotes desperdigados. En la más pequeña se encuentran los alojamientos más baratos, principalmente en Long Beach y Coral Bay, los precios de las habitaciones comienzan en 5 euros, por este precio se tiene derecho a un bonito bungalow de madera con mosquitera y ventilador, los baños son compartidos, no hay que olvidarse de negociar, sobre todo si se llega a principio de temporada o fuera de ella. En cuanto a los restaurantes no hay mucha opción, hay que contar con pagar dos o tres veces el precio de tierra firme ya que todos los locales están enfocados a los viajeros extranjeros, aún así los precios no superan los 4 ó 5 euros por plato. En contraste la isla grande está plagada de resorts de vacaciones, algunos de lujo, siendo el destino de familias y extranjeros con mayor presupuesto, como los singapurenses.

Perhentian-IVNosotros, como todos los mochileros y viajeros independientes, nos alojamos en Kecil Perhentian, en Long Beach, habíamos olvidado el nombre del hostal que Marta nos había recomendado, así que fuimos al primero que vimos al sur de la playa, el Lemon Grass, donde nos ofrecieron un bungalow por 30 ringgits, allí mismo nos quedamos; solemos ser bastante vagos a la hora de buscar habitación y si una nos convence a la primera allí nos quedamos.

Mientras deshacíamos la mochila seguimos comentando que nunca habíamos visto antes unas aguas como éstas, tan transparentes, de un azul perfecto, yo me moría por ponerme las gafas y las aletas e ir en busca de peces, el último chapuzón en la playa de Unawatuna en Sri Lanka me había sabido a nada, Perhentian saciaría mi apetito, ¡y cómo!

PerhentianA pesar de mis ansias esa mañana sólo nos dimos unos baños e inspeccionamos la zona, pronto nos dimos cuenta de que seguramente no pasaríamos muchos días allí, el ambiente era demasiado relajado para nosotros, salvo pasear por la isla e ir a hacer snorkel nada más nos llamaba la atención (ya que lo de las inmersiones definitivamente no va con Rafa), para estar tirados en una playa sin hacer nada preferíamos hacerlo con la furgo, tal y como haríamos la siguiente semana.

Esa tarde nos pusimos el equipo y nadamos inspeccionando el sur de la playa, donde, según nuestros anfitriones del Lemon Grass, hay más variedad de especies, vimos muchos peces loro, de colores fluorescentes, y otras especies que ya habíamos visto en el Mar Rojo, pero de corales nada de nada, salimos del agua un poco decepcionados, tal y como imaginábamos hacer snorkel desde la playa no era nada especial, aunque sabíamos a ciencia cierta que en el tour de snorkel del día siguiente veríamos maravillas.

Perhentian-IICon todas nuestras esperanzas puestas en el día siguiente nos fuimos a pasear por la isla hasta la hora de cenar, primera la atravesamos de este a oeste, hasta Coral Bay, allí el ambiente era diferente y las instalaciones parecían peores, nos dimos un baño y comprobamos que las aguas no eran ni mucho menos tan agradables como las del otro lado de la isla, eran algo sucias y fangosas, pero estábamos seguros de que cerca se extendían grandes bosques de coral, dado el gran número de restos desperdigados por toda la diminuta bahía. Regresamos justo para el atardecer, nos dio tiempo a caminar hasta el extremo norte de Long Beach, donde hicimos un hallazgo entre los corales muertos, un concha gigante de medio metro y lo menos 30 kilos de peso, estaba muy enterrada y tuvimos que trabajar duro durante la siguiente media hora, o más, luego, escondida en mi pareo, la llevamos hasta la habitación, sintiendo que podría ser ilegal, hasta que vimos que tenían en nuestro hostal una aún más grande, se rieron diciendo que si nos denunciaban nos caería una buena multa; ahora descansa en nuestro trastero, esperando decorar un día esa casa que no tenemos.

Perhentian-VIIIY llegó el gran momento. A eso de las diez y media de la mañana partimos con nuestras gafas y nuestras aletas en busca de los secretos de las Islas Perhentian, en menos de media hora nos zambullimos para encontrarnos con una tortuga gigante que pacía sobre el fondo, ante nuestra presencia comenzó a nadar suavemente, ascendiendo en varias ocasiones a la superficie, momentos en que aprovechamos para nadar a su lado y observarla con detenimiento, luego volvía a zambullirse para seguir comiendo.

Perhentian-VICuando aún no daba crédito a lo que acababa de ver nuestro guía nos soltó en el Shark Point y, guiados por él, descubrimos un mundo de arrecife, los tiburones parecían no dejarse ver, pero de repente vimos uno y luego otro, no dejaríamos de verlos durante un buen rato, en un momento dado vi uno de los grandes y levanté la cabeza para avisar a Rafa, que, por supuesto, no estaba por ahí, cuando volví a mirar para abajo el enorme escuálido se estaba paseando bajo mi cuerpo ¡a escasos tres metros! La impresión y la sensación de peligro me hicieron unirme al grupo, para volver a despegarme observando a los diminutos peces payaso salir de sus anémonas, aquel mundo submarino me tenía enganchada, no quería salir del agua, no quería dejar de mirarlo.

 

Perhentian-V

Cuando consiguieron que saliera del agua el guía nos condujo al Coral Garden, otra maravilla llena de peces donde, como culminación de uno de mis sueños, vi durante unos instantes una raya, una pequeña raya moteada de lunares verdes sobre un cuerpo morado, ¿qué más podía pedir?, en el mismo día, en la misma mañana, había visto tortugas, tiburones y una raya, era feliz en mi universo marino.

Perhentian-VIIComo en un duermevela llegué al pequeño puerto de pescadores donde hicimos la parada para comer, yo seguía ensimismada, y aún lo estaba cuando por segunda vez me vi nadando con una tortuga, esta vez el cansancio pudo conmigo y no la pude seguir más de diez minutos. La tarde fue más tranquila, de hecho Rafa se pasó más tiempo en la barca que en el agua, hicimos una parada junto a Coral Bay y otra al noroeste de Besar Perhentian, para acabar tumbados en las harinosas arenas blancas de una playa virgen, una perfecta franja de arena rodeada de vegetación y de aguas turquesas. Sólo por este día el viaje a Perhentian había merecido la pena, aunque las quemaduras que me provocó el sol en la espalda no se me quitarían en al menos una semana.

Islas Perhentian

Las islas se encuentran a unos 19 km de la costa del noreste de Malasia Occidental y a 64 km al sur de Tailandia. Las dos islas principales son Perhentian Besar (grande) y Perhentian Kecil (Pequeña), además de otras islas pequeñas y deshabitadas como Susu Dara, Serenggeh o Rawa. Las islas pertenecen al Parque Marino Nacional Pulau Redang.