Melaca, ciudad histórica

13 de abril de 2007

MelacaUbicada a la entrada del estratégico e histórico estrecho de Melaca, que separa la isla indonesia de Sumatra de la península malaya, Melaca es la ciudad de Malasia con un pasado más rico, al igual que convulso; portugueses, árabes, holandeses e ingleses establecieron aquí uno de los puertos de comercio más próspero y poderoso de Asia, por lo que los restos coloniales en la ahora modesta ciudad son numerosos.

Sin ir más lejos, nosotros aparcamos y dormimos varios días junto a un cementerio holandés, comido por el musgo y las ramas de los árboles. Desde este punto, subiendo la pequeña Colina de San Pablo, se encuentran los restos sin techumbre de la iglesia del mismo nombre, una de las iglesias católicas más antiguas de Asia y que conservó durante un tiempo el cuerpo incorrupto de San Francisco Xavier, antes de que fuera enviado a su definitiva morada en Goa, ahora antiguas lápidas holandesas y portuguesas talladas con símbolos heráldicos decoran la fría y vacía sala interior, desde aquí se ve el mar y unas buenas vistas de la ciudad. Al pie de la colina se levanta lo que queda del bastión portugués que construyese el conquistador Alfonso de Alburquerque en el siglo XVI, que en el pasado amurallara la ciudad, acuciada por continuos ataques y del que ahora sólo permanece en pie la Porta de Santiago.

Melaca-VEn los alrededores se aglutinan un importante número de museos, culminando en el interesante Museo de Historia de Melaca, construido en el interior de la réplica de un antiguo galeón portugués y que, narrando la historia concienzudamente, no deja en buen lugar a ninguno de sus conquistadores, exceptuando quizá a los árabes, que llegaron a Melaca con fines únicamente comerciales y no con fines más «invasores»,… pero bueno, es sabido que la historia tiene siempre diversos puntos de vista y hay que contarla con mucho cuidado y mucha información.

El museo (el galeón) se asienta sobre el río Melaca, que divide la ciudad en dos y que en el pasado fuera la principal espina dorsal de la ciudad, donde barcos de distintas nacionalidades pararan a comerciar con especias, textiles, piedras preciosas, etc., y que en la actualidad es un buen lugar para pasear por alguna de sus orillas, disfrutando de las casas coloniales, que aún resisten al tiempo.

Melaca-VIIIVadeando el río se llega a otro de los puntos neurálgicos de la ciudad, al extremo derecho del mismo se sitúa la «extremadamente» renovada Plaza de Stadthuys, el lugar donde paran los autobuses de turistas y que alberga la iglesia histórica de Melaca, con la fachada repintada de un rojo artificial y chillón de discutible gusto, la antigua Casa del Gobernador, convertida ahora en el Museo de Historia y Etnografía y en donde los locales intentan vender objetos turísticos en sus tiendas apostadas al pie del edificio. Justo en el medio de la irregular plaza se levanta la Torre del Reloj, del mismo rojo que la iglesia y, a pocos metros, quizá el elemento más elegante del histriónico conjunto, una fuente victoriana con bustos esculpidos de la reina Victoria, rodeada por un cursi parque floreado. Para completar el cuadro, al otro extremo de la plaza, la réplica de un molino holandés, símbolo de las buenas relaciones entre los dos países. Los Trishaw dan la nota graciosa al lugar, siendo aquí mucho más coloridos que en India, totalmente para turistas (recordamos que en India son usados por todo el mundo), el caso es que algunos de ellos están «tuneados» con aparatosos espejos retrovisores, asientos de vehículos y exageradas instalaciones de sonido con también exagerados bafles, que estoy seguro que en muchas ocasiones cuestan más que el vehículo en sí.

Melaca-VIIAl otro lado del río se encuentra Chinatown, el corazón de la ciudad y el barrio más animado, sobre todo durante su mercadillo que transcurre de viernes a domingo, en el que la calle principal del barrio se llena de puestos ambulantes de comida, souvenirs, etc., más algunas curiosas y extrañas actuaciones, en primer lugar un gran Karaoke, con butacas y todo para el público, en el que los ciudadanos de la Gran China interpretan con toda dedicación y entrega temas de su patria, ¡¡espectacular!! En segundo lugar, otra de las noches que paseamos por el mercadillo asistimos absortos al show de otro hombre que, bajo el estupor de todos, ¡¡¡atravesó la corteza de un coco con el dedo índice!!!, sin trampa ni cartón, incluso un gran póster del libro Guiness decoraba el escenario atestiguando la proeza.

Melaca-IIChinatown guarda muchos secretos bien guardados, casas coloniales coloridas que se mezclan con los prolíficos cárteles en mandarín, los farolillos chinos o alguna curiosa decoración en las paredes, algunos interesantes templos chinos, estrechas y acanaladas callejuelas donde perderse, alguna que otra tienda de antigüedades donde rebuscando entre objetos polvorientos se puede encontrar alguna curiosidad, como recuerdos de la ocupación japonesa en la II Guerra Mundial. Otra gran sorpresa es la curiosa mezquita del siglo XVII, Kampung Kling, con elementos de Sumatra y arquitectura hinduista.

Melaca-VIY es que pasamos mucho tiempo de nuestra estancia en Melaca recorriendo Chinatown y visitando el hostal-bar Discovery, cercano al río y a un par de iglesias católicas. Entrañable y acogedor, el Discovery, con un dueño que se maravilló con nuestro viaje y que fue un gran anfitrión, fue nuestro cuartel general en Melaca, allí pasamos muchas horas trabajando en la siempre retrasada web y ojeando algunas de las numerosas guías de viajes. El lugar está decorado con portadas de discos antiguos, instrumentos musicales, gramófonos y radios antiguas, vinilos, y las mesas son los soportes de las míticas máquinas de coser Singer. El café con leche helado era excelente, preparado con café local buenísimo.

Melaca-IVMelaca-IIIUn par de escapadas de la ciudad nos permitieron conocer Port Dickson, una zona de playa donde los habitantes de la provincia van a pasar los días de ocio. Y por casualidad, en una perdida playa, conocimos al Captain Dion, un personaje al que le dedico una explicación y una galería de fotos (algunas de ellas sorprendentes). Y así acabó nuestra estancia en Melaca antes de nuestro viaje a Indonesia, por desgracia, tendríamos otro nuevo y desagradable contratiempo con la furgoneta, esta vez sería la transmisión, pero eso es otra historia.

Melaca

Ubicada a la entrada del estratégico e histórico estrecho de Melaca, que separa la isla indonesa de Sumatra de la península malaya, Melaca es la ciudad de Malasia con un pasado más rico, al igual que convulso, portugueses, árabes, holandeses e ingleses establecieron aquí uno de los puertos de comercio más prósperos y poderosos de Asia, por lo que los restos coloniales son numerosos.

El Capitán Dion

El Capitán Dion se nos presentó en una playa con un español correcto, y es que este hombre habla varios idiomas. Regentaba un cochambroso hostal a orillas de la playa y todas las paredes del mismo estaban repletas de fotos de su intensa vida, piloto mercenario en las guerras de Corea y Vietnam, se dedicaba a lanzar alimentos a los poblados en tiempos de guerra, piloto de Migs en la guerra ruso-áfgana, tenía recortes de prensa en las paredes que hablaban sobre el, de como pudo ser el nuevo James Bond o de como puede flotar en el agua leyendo el periódico y fumando un cigarro. Conocía bastantes paises, entre ellos España, hecho que atestigua la foto en la «Plaza el Toro». Vimos fotos suyas jugando al polo con algunos jeques árabes y como curiosidad nos comentó como comoció al multimillonario Kashogi en las playas marbellís de puerto Banús, en fin, un personaje único.