Volando en las alturas

Mayo y junio del 2006

Por-los-aires-V

Silvia y Manzoor

Nuestro primer contacto con el mundo del parapente se produjo en nuestro querido hotel Silk Route, en Gulmit, durante nuestra última noche allí. Regresábamos de dejar a Mariano a las puertas del Valle de Chapursan, casi en China, y nos encontramos con un montón de gente en el recibidor del hotel, nuestros amigos nos invitaron enseguida a compartir la cena y nos presentaron a los invitados, cual fue nuestra sorpresa al ver allí a Manzoor, el hombre que nos había ayudado con el silenciador en Minapin. Junto a Manzoor estaba Tony, un chico de Gales de nuestra edad, y Sajad Shah, un pakistaní afincado en Japón, presidente de la compañía de turismo Cox & Kings.

Hablando con Tony descubrimos que estaba allí para volar con su parapente, había viajado con un tal John para pasar cinco o seis semanas surcando los cielos de Hunza, nos invitó a acompañarles una mañana y así ver todos los preparativos y el lanzamiento, aceptamos inmediatamente, al día siguiente ya estaríamos en Karimabad, podríamos subir cualquier mañana.

Por-los-aires

Tony y John

La velada transcurrió divertida, Gohar, Afzal y Ejaz fueron suministrando cervezas y Holy Water para todos, no tardamos mucho en darnos cuenta de lo importante que era Sajad, controlaba buena parte del turismo de lujo de la región, en esta visita estaba chequeando el hotel y el restaurante, les enviaría clientes durante el verano, nos alegramos mucho por ellos. En un momento de la noche surgió el tema de nuestra cámara de fotos, muerta en un accidente en las montañas, Sajad Shah se ofreció a comprarnos una en Islamabad y hacérnosla llegar con uno de sus minibuses, sólo tendríamos que indicarle algunos modelos y él lo solucionaría rápidamente, también nos gestionaría la extensión de la visa en Pakistán. Le dimos las gracias y quedamos en darle los modelos al día siguiente, él nos daría su cuenta y le ingresaríamos el dinero por transferencia, ‘tranquilos, como si me lo pagáis dentro de un año’ fueron sus palabras. Para mí ese comentario fue la guinda del pastel, una mezcla de fanfarronería y alcohol le hacía ser tan solícito, pero ¿quiénes éramos nosotros para que nos hiciera ese favor?, al día siguiente le dimos el modelo pero, como era de esperar, no consiguió la cámara y puso excusas vagas y estúpidas, no insistimos lo más mínimo, pero quedó en llamarnos esa misma semana, él iba a estar en Islamabad y se encargaría de conseguírnosla; por supuesto, aún estamos esperando a que llame. No es que sea un mal tipo, simplemente es un poco fanfarrón y a él le va el turismo de gama alta, ayudó a los pilotos para que no tuvieran problemas con la policía local por volar en la región y para promover ese deporte que él mismo práctica, nosotros no pertenecemos ni al mundo del parapente ni al del turismo de lujo.

Por-los-aires-VICompartimos gran parte de nuestra estancia en Karimabad con los pilotos y Manzoor, el primer día, instalados en el hotel Garden Lodge regentado por nuestro amigo Bashir, conocimos a John, record mundial de altura en parapente (7.500 metros). John Silvester es un galés de 47 años, con una gran personalidad y mucho carisma. No tardamos en descubrir su faceta de héroe popular, Manzoor nos fue contando día a día cosas sobre él, llevaba 19 años viajando a Karimabad, incondicionalmente, no fallaba, en muchos de sus viajes había traído consigo otros pilotos; todas las gentes de ese pueblo y de los de alrededor le conocen y admiran, los niños corren a verle en cuanto aterriza en la playa del río Hunza o en los campos de maíz, realmente despierta en ellos una pasión admirable.

Este año había viajado con Tony, mucho más joven que él pero con bastante experiencia como piloto, nos reímos mucho con Tony, estaba quemado con las mujeres, acababa de salir de una relación con una portuguesa y guardaba un poco de rencor a la condición femenina, pero eso no evitó que se encandilara con más de una japonesa. Un mediodía me enseñó a jugar al backgamon en el Café de Hunza, mientras disfrutábamos él de un capuchino y yo de un zumo de albaricoque, ¡vaya vicio!, ya no pude dejarlo, y esa misma tarde enseñé a jugar a Rafa, ya estábamos enganchados los dos, tendríamos que comprar un tablero enseguida.

Por-los-aires-IILa primera semana la pasamos subiendo por las mañanas a Eagle Nest con ellos en el jeep, así fuimos conociendo más y más a Manzoor, conocido como Mountain Tiger, otro gran personaje de la región. Mientras los chicos se preparaban para volar nosotros nos tomábamos un refresco y preparábamos las cámaras para grabar el vuelo, pena de no tener la cámara de fotos. Por las tardes o si el tiempo no acompañaba pasábamos el tiempo sentados en su hotel, el Mulberry Hotel, jugando al backgamon, leyendo o conversando.

Llegó el momento de ir a Baltistán, teníamos una mezcla de pereza y de miedo, por ver como funcionaba el embrague y las marchas, pero todo fue bien. A la semana estábamos de vuelta con la intención de pasar otros diez días en Karimabad, antes de emprender el regreso a Islamabad y el viaje a India. Cuando llegamos Manzoor nos estaba esperando ansioso ‘Bloody Spanish Couple’ nos llamaba. Ese mismo día conocimos a otros dos pilotos: Douglas y Leo (o Leroy como le conocen muchos), ahora éramos seis en el jeep para subir a Eagle Nest.

Por-los-aires-IIIDouglas era el mayor del equipo con 49 años, vive en Venezuela desde hace 25 años donde dirige una agencia de turismo de aventuras; conversamos mucho con él sobre ese país y sobre su trabajo, le apasionaba la jungla y hacía muchas incursiones en ella con indígenas. Había venido a Karimabad para pasar tan sólo diez días y el tiempo no le acompañó, pudo volar tres o cuatro días, pero sólo vuelos cortos, tendrá que volver para volar sobre el Rakaposhi.

Por-los-aires-IVLeo es un holandés de 43 años, un deportista nato amante de muchos deportes como el tenis, el snowboard, el parapente y el surf. En el pasado trabajaba como asesor de imagen para empresas, o algo así, pero ahora está focalizando su vida profesional al deporte, en concreto al parapente. Con él hemos pasado algunos de los momentos más divertidos en Karimabad, tiene un gran sentido del humor y contagia su buen humor a todo el mundo.

Por-los-aires-VIIIBuen conocedor de España y su gastronomía compartió con nosotros la añoranza de nuestra exquisita comida, hoy que el calor aprieta en Islamabad con más fuerza que nunca ¡quién pillara un gazpacho fresquito o un salmorejo!…snifff.

Nos despedimos no sin pena de nuestros amigos para dirigirnos a Raikot Bridge y por fin realizar el trekking a Fairy Meadow y al Campo Base del Nanga Parbat; pero la despedida no fue tal, volveríamos a ver a Leo en breve… Un par de días después de llegar a la capital un email de Paul, nuestro amigo canadiense con el que habíamos ido a Nanga Parbat, nos informa desde Karimabad de que Leo ha tenido un accidente con el parapente y se encuentra hospitalizado en un hospital de Islamabad, no dice nada sobre su estado, también comenta en el email que el día anterior superó el record de John subiendo a más de 7.600 metros. Sin esperar ni un minuto llamamos a la agencia Cox & Kings y preguntamos por el hospital en cuestión.

Por-los-aires-VIIA pesar de ser más de las diez de la noche cogemos un taxi para ir a verle, no hay problema alguno para visitarle tan tarde, está en el mejor hospital de la ciudad, la habitación es de lujo, aunque el servicio un poco soso, se encuentra bien, con el brazo izquierdo y un par de costillas rotas, ‘¡si es que estás muy mayor para este deporte!….jejeje, no te preocupes, vendremos a verte todos los días mientras estés hospitalizado, ahora nos vamos, que España juega contra Túnez a las doce y nos van a cerrar el internet café donde lo vemos’.

Hoy, día 23 de junio, aún estás en el hospital, dentro de un rato iremos a acompañarte un rato, antes del partido España – Arabia Saudí, seguro que en una semana estás ya fuera del hospital.

John Silvester

John Silvester, una leyenda del parapente,  pionero mundial y hasta hace poco poseedor del record mundial de altura con 7.500 metros. En Hunza es todo un héroe, lleva viajando a este rincón del mundo los últimos 19 años. Entre otras hazañas John cruzó el oeste de Nepal en tandem, unos 300 kilómetros, su compañero grabó toda la aventura y juntos prepararon una película que más tarde presentaron a distintos certámenes de cine de deportes de aventura, ganó algunos premios y apareció como documental en National Geographic.