Consumismo desaforado
1 de marzo de 2007
¡¡Cuidado los consumistas si viajan a Singapur!!, un cartel como éste debería de ser puesto en al aeropuerto y es que en esta ciudad estado, una de las ciudades más caras de Asia, es posible adquirir casi cualquier cosa, en su situación de «país libre de impuestos» la relación precio-oferta es amplísima, desde luego un lugar ideal para comprar electrónica, ropa de marca y un largo etcétera. La divisa local, el dólar de Singapur, equivale aproximadamente a medio euro, por lo que para las economías más potentes, como las europeas, es sencillo encontrar más de un chollo, la cuestión es que nosotros veníamos de India, Nepal, etc., por lo que la ciudad nos pareció carísima, aun así caímos como moscas en el consumismo.
La primera en la frente, como se dice, nada más salir de nuestro hostal en Little India, apenas habiendo andado 500 metros, nos topamos de bruces con el Slim Square, un macrocentro comercial de seis plantas dedicado a la electrónica (sería aquí donde gastaríamos más dinero), pero no fue el único centro comercial que visitamos, la ciudad está llena, todos dedicados al ocio y disfrute de los singapurenses, más que centros comerciales, son auténticas miniciudades del ocio, donde además de comprar se puede ir a las salas de cine a disfrutar de una película en una pantalla gigante, o bien comer en un lujoso restaurante japonés, o francés, o italiano, jugar a los bolos, tomarse un helado en alguna cafetería, asistir a espectáculos o presentaciones publicitarias, etc., etc.
Quizá los dos centros comerciales más impresionantes son el Raffles Square, que toma el nombre del fundador de la ciudad, donde principalmente se pueden comprar artículos de lujo, ya sea algún brillantito en Tiffany’s, algún Rolex, algún perfume de Coco Chanel o algún modelito de Balenciaga. No cabe duda de que los centros comerciales encajan a la perfección en esta ciudad, a los singapurenses les gusta vivir con clase y todas las comodidades, se nota en su modo de vestir impecable y en su extremado gusto por la buena mesa.
Entre otras cosas, el rascacielos Raffles da la oportunidad de obtener las mejores vistas de la ciudad al ir a tomar algo o comer en su ático, nosotros lo intentamos, pero nos pidieron la reserva, nos quedan dudas si nuestras chanclas compradas en Sri Lanka tendrían algo que ver.
Otro lugar destacado en el panorama comercial de Singapur son los cuatro o cinco rascacielos que componen el Suntec City, un mastodóntico proyecto ideado por doce multimillonarios de Hong Kong, en el epicentro de los cuatro edificios se levanta uno de los iconos de la ciudad, la llamada Fuente de la Fortuna o Salud, una gran círculo rojo hueco sustentando por tres grandes pilares, dio la casualidad que cuando nosotros lo vimos por primera vez la marca Gillette estaba haciendo una presentación, amenizada por un grupo de música, con rayos láser, globos, etc.,¡¡aquí lo hacen a lo grande!!, se dice que si das tres vueltas en torno a la rueda la fortuna te sonreirá. En este centro comercial la exageración en el confort llega a sus extremos más disparatados, con la instalación de jardines y lagos artificiales en el interior del centro comercial, verlo para creerlo.
Podría seguir nombrando centros comerciales, ni siquiera sé cuantos pudimos visitar, por otro lado acabamos un tanto aburridos de tanto lujo y sobre todo del exagerado aire acondicionado.
Acabamos la crónica citando a Orchard Road, la principal avenida comercial de Singapur, repleta en toda su larga longitud y en ambas aceras de centros comerciales de todo tipo y tiendas también de todo tipo, la explosión del consumo, lo que no sé es cómo habrá negocio para tantas tiendas.
Y es que Singapur y comercio forman una ecuación perfecta, para mí sería un auténtico héroe aquel que haya visitado esta ciudad y no se haya comprado algo que en realidad no necesitaba, porque ya, visto lo visto, considero una utopía que alguien haya estado en la ciudad y no se haya comprado nada.
Consumismo
Suntec City no es sólo un centro comercial, es un centro de negocios fundado por doce hombres de negocios de Honk Kong, su emblema es la Fountain of Wealth o Fuente de la Salud, que dará suerte y salud al que la rodee tres veces caminando.
Los precios en este centro comercial pueden llegar a ser más baratos que en España, siempre regateando, la oferta en tecnología parece muy superior a la española.
Thomas Raffles es conocido como el fundador de Singapur y tiene su nombre puesto en todas partes, centros comerciales, hoteles, calles.