La frontera del Mekong

La frontera del Mekong

La frontera del Mekong 29 de julio de 2007 Nuestra primera parada en el Mekong sería en el adormilado pueblo de Chiang Kan, donde una calle que discurría paralela al cercano Mekong concentraba la escasa vida de la población. Lo primero que hicimos tras aparcar la furgoneta fue buscar un hostal para Yosko y Laura, la elección fue muy buena, una habitación casi sobre el Mekong, con vistas al cercano Laos, apenas a medio kilómetro pasando el río. Nosotros aparcaríamos también junto al río, muy cerca de un Wat y también con bonitas vistas. Tras habernos ubicado todos comimos en un restaurante local, después Yosko y Laura irían a echarse una de sus olímpicas siestas, mientras que Silvia y yo pasearíamos a la orilla del imponente Mekong hasta las afueras del pueblo, para disfrutar de un espectacular atardecer, con el sol ocultándose ya en tierras laosianas. A la mañana siguiente contrataríamos una barca que nos llevaría en un crucerito hasta donde el río se separa de Tailandia para entrar en Laos, para luego volverse a unir a Tailandia más al norte, en la zona llamada el Triángulo del Oro. Aunque íbamos a contracorriente ésta no impedía a la larga y estrecha embarcación avanzar con vigor, pese a un precario motor que a la vuelta comenzaría a echar más humo del razonable. Aún así y pese al calor, un baño no resultaba apetecible, algunos remolinos aislados y el color marrón oscuro del río le quitaban a uno las ganas. Primero avanzamos por la orilla tailandesa, de vez en cuando veíamos algunas casas flotantes, pescadores en humildes barcas y chavales que...