Meteora

Meteora

Meteora, monasterios suspendidos 8 de agosto de 2005 Recogimos a Gema y a Laura a las dos de la madrugada en el aeropuerto de Tesalónica, al norte de Grecia. Con la emoción no podíamos pensar en dormir y nos dirigimos al puerto de la ciudad para tomar algo y charlar un rato. Nos encontramos con cuatro o cinco barcos amarrados transformados en bares de copas, cada uno con su estilo particular. A la entrada de cada uno de ellos había un cartel con unos horarios muy raros. No entendíamos de qué iba el tema, así que preguntamos en uno de ellos: cada dos o tres horas los barcos se ponían en marcha y daban un paseo de media hora, cada barco tenía horarios distintos, con lo que en ningún momento se encontraban todos amarrados. Decidimos probar la experiencia en el más auténtico de todos, nos subimos unas cervezas a cubierta y al cabo de una hora el barco partió. Después del paseíto decidimos irnos a dormir, el amanecer empezaba a amenazarnos y al día siguiente nos esperaban los monasterios «suspendidos» de Meteora. Llegamos a la zona sobre las tres de la tarde. Se suponía que había autopista casi hasta Meteora, pero está aún en construcción, y al ser tan abrupta la zona tardábamos bastante en recorrer las carreteras. Fuimos directamente al monasterio Moni Megalou Meteorou o Gran Meteoro, el más grande y completo y desde el que se dice que hay las mejores vistas de la región. Se hizo el más rico y poderoso gracias al emperador de Serbia Simeón Uros, que legó toda su fortuna y se hizo...