Ko Chang

Ko Chang

Ko Chang o el paradigma de la inactividad 4 de agosto de 2007 Todo viaje que se precie a Tailandia ha de incluir una visita a alguna de sus paradisíacas islas tropicales. Cada vez es más difícil dar con una playa «Robinson Crusoe» y, para que autoengañarse, para pasar unos días relajado mejor será una playa en la que al menos un par de chiringuitos ofrezcan zumos de frutas tropicales, cerveza fría y pescado y marisco a la brasa. Desde la primera semana con Yosko y Laura ya habíamos decidido que iríamos los últimos tres o cuatro días a Ko Chang, una isla bastante grande cerca de la frontera con Camboya y no muy lejos de la capital. Ko Chang es la isla principal de un archipiélago declarado Parque Nacional y su acceso es muy rápido y sencillo desde la costa de la provincia de Trat (ferry ida y vuelta con vehículo 120 bahts, menos de 3 euros). Nuestra primera idea fue la de dirigirnos a una de las pequeñas islas que rodean Ko Chang, pero el abusivo aumento de los precios de los hoteles, que aprovechan que son pocos para forrarse, y el hecho de que estábamos en plena época de monzón nos hizo conformarnos con buscar unos tranquilos bungalows en la costa oeste de la gran Ko Chang. Allí llegamos en ferry una mañana después de pasar una noche en la ciudad de Trat esperando, sin resultado, que la infección de oídos de Laura remitiera; embarcamos la furgoneta y en media hora llegamos a la isla bajo un cielo gris amenazador. Para llegar a nuestro destino, Hat...