Pokhara

Pokhara

Pokhara, a la sombra de los Annapurnas 23 de septiembre de 2006 Nuestra primera parada importante en el país fue Pokhara, aunque esta primera vez sólo pasamos tres o cuatro noches. Poco sabíamos de la ciudad antes de llegar, sólo que tenía un enorme lago y que la zona de alojamientos para los turistas se extendía en una de sus orillas. Allí nos dirigimos, primero echamos un ojo al camping, que no es tal, se trata tan sólo de una verde campa donde poder aparcar, pero sin duchas ni baños. Luego miramos algunos hoteles con aparcamiento, en uno de ellos, el hotel Sahana, nos quedamos, en vez de dormir en la furgo cogimos una habitación ya que nos querían cargar el mismo dinero por aparcar que por la habitación, 350 rupias (unos tres euros y medio). Aunque no era nuestra primera idea la habitación con bañera y una cama enorme nos convenció. Pokhara es una ciudad para relajarse, comer bien, dar paseos y poco más. La mayor atracción es el lago Phewa que, aunque sufre la presión de la urbanización en Lakeside, aún se mantiene bastante limpio y ofrece sus peces a los pescadores. Un paseo en barca al amanecer o al atardecer es un placer, se puede navegar hasta un templo situado en un islote, o cruzar hasta otra orilla donde tras caminar cuarenta minutos colina arriba se llega a una estupa con vistas increíbles sobre el lago y los Annapurnas. O simplemente se puede navegar sin rumbo fijo, como hicimos nosotros, y observar a los pescadores y a las mujeres que van de un lado a otro...