por aunmaslejos | Sep 26, 2014 | Irán |
La tragedia de Bam 6 de abril de 2006 En esta ocasión la caprichosa naturaleza jugó despiadadamente con la pequeña ciudad de Bam, un oasis al sur del gran desierto de Dash-e Lut, en la provincia de Kermán, resulta cruel que el cartel de bienvenida de la ciudad, con la imagen de la gran ciudadela de adobe continúe en pie, un símbolo de que la esperanza es lo último que se pierde. Kasem es nuestro retrato de la tragedia, mientras charlamos cordialmente con dos de sus hijos Silvia se percata de la ausencia de la esposa, quizá deberíamos de haber intuido una respuesta que nos deja fríos, sin saber qué decir ni cómo actuar, tanto su mujer, como una hija y cinco hermanos murieron el día que tembló la tierra, después, con un nudo en la garganta, no puedo dejar de mirarle, observa la televisión pero con mirada ausente, no se le ve con ganas de seguir aunque está sereno y en ningún momento deja de sonreírnos, para él todo está claro, mira al cielo y nos nombra a Alá, fue su voluntad. ¿A qué se agarra una persona cuando en cuestión de minutos pierde todo por lo que ha luchado en toda su vida?, en este caso la respuesta es clara, sólo a Dios, pero la tragedia no sólo se queda en el terremoto, mientras cenamos nos muestra las fotos de un hijo y un hermano, ambos muertos en la guerra Irán-Irak. A la entrada de la ciudad hay flores a ambos lados de la calle y todo está lleno de palmeras, pero pronto descubriremos las dos caras...