Ebla Apamea y Ugarit

Ebla Apamea y Ugarit

Ebla, Apamea y Ugarit 24 de octubre de 2005 Ya estaba entrada la noche cuando llegamos al camping. No fue tarea fácil, tuvimos que preguntar en la carretera principal donde se encontraba el cartel, y un chaval en su moto nos acercó hasta el lugar. Tardaron en abrir la puerta un buen rato, pero al final lo hicieron y aparcamos la furgoneta entre unos cuantos olivos. La mercedes de la pareja alemana se encontraba también allí. Enseguida se presentó una de las dos mujeres que regenta el lugar, con una amplia sonrisa y los ojos llenos de curiosidad, nos dijo su hijo que el camping costaba 500 libras, le enseñamos el panfleto del Ministerio de Turismo donde ponía 300, aceptó sin rechistar. Al poco rato aparecieron los alemanes, estuvimos hablando sobre nuestros viajes, aunque no todo lo que nos hubiese gustado puesto que la señora no se movía de allí, ni su hijo tampoco. Los alemanes nos preguntaron que cuánto habíamos pagado, les dijimos la verdad y se mosquearon un poco, ellos habían soltado 500 libras, se lo echaron en cara a la señora que me hizo un gesto de ‘por qué se lo habéis dicho’. La pareja se fue a descansar y ahí seguían la señora y su niño, Rafa les dio unos regalitos y ella me pidió crema para las manos, le di un poco y me pidió todo el bote, pensé -aquí no se cortan un pelo-. Al final se fueron de allí, sin la crema, pero con dos juguetes, y dos radios y un reloj de propaganda. Al día siguiente nos levantamos y no había...