Un duro regreso de carreteras de infarto

Un duro regreso de carreteras de infarto

Un duro regreso, carreteras de infarto 21 julio de 2006 Tras unos tranquilos días en la turística Leh emprendimos el camino de vuelta hacia la provincia de Himachal Pradesh, nos despedimos de Nico y Roger por una temporada, les volveríamos a ver en Nepal. Esa noche dormimos frente a la Gompa de Shey, apenas a 15 Km de Leh, recibimos las visitas nocturnas de unos chavales que entraban a curiosear en la furgo, más tarde, mientras veíamos una película, algún espabilado nos robo la olla y otros enseres de cocina, que habíamos dejado al pie de la furgo, una gracia. Los cuatro días siguientes serían muy duros, los más duros del viaje, la mañana siguiente visitaríamos los monasterios de Thikse y Hemis para, después de comer, acometer el puerto de Tachang La, de 5300 m, el segundo más alto del mundo. Silvia y yo ya lo conocíamos, muchos otros viajeros nos habían hablado de éste y de los dos puertos siguientes y les teníamos mucho, mucho respeto. Pero la fortuna nos sonrió y el puerto resultó muy gradual, además, el estado de la carretera, quitando algunos tramos, era bastante aceptable. Fue un puerto larguísimo y ascendíamos metros poco a poco, eso también era positivo para afrontar los posibles problemas de altura. A medida que subíamos las vistas se iban haciendo más espectaculares, estábamos rodeados de montañas y el valle que se iba haciendo vertiginoso, pero no hubo mucho efectos por la altura, quizá algo de presión en la cabeza y cierta falta de aire, pero estábamos optimistas, habíamos pasado el puerto sin complicaciones y la furgoneta no renqueaba en...
Ladakh o el pequeño Tíbet

Ladakh o el pequeño Tíbet

Ladakh, el pequeño Tíbet 14 de julio de 2006 Sin duda alguna elegir Ladakh como primera etapa en nuestro periplo por la India ha sido una elección acertada, remanso de paz, tranquilidad y despoblación es todo lo contrario de lo que nos podemos encontrar en el resto del país. Hacía ya muchos años que habíamos oído hablar del Pequeño Tíbet, reducto de la cultura budista abierto al turismo a mediados de los años setenta, era uno de esos lugares con los que soñábamos desde antes de comenzar el viaje. La elección no fue a la ligera, llegábamos a la India en pleno verano, con el monzón arreciando en todo el país, y teníamos el honor de volver a contar con la compañía de nuestra incondicional Laura, que finalmente se había decidido a pasar un mes con nosotros en la India. Le habíamos prometido un viaje por tierras budistas con el Himalaya como telón de fondo. Penetramos en este pequeño paraíso por el oeste, por la carretera que parte de Srinagar, corazón de Cachemira. Ya pasado el alto del Zoji La comenzaron a aparecer rasgos más orientales y fue en Mulbek donde vimos el primer buda escavado en la roca protegido por un pequeño templo. También fue en este punto donde vimos a los primeros turistas, un grupo de italianos que viajaban en autobús. Ya teníamos ganas de dejar atrás el Islam y sumergirnos del todo en el Budismo, así fue para Rafa, que desapareció con la cámara de fotos y vino con un reportaje completo del único monje que guardaba el templo. Nos habíamos despedido de las lluvias, en Ladakh nos acompañaría siempre...