El paso de Khunjerab

El paso de Khunjerab

Paso de Khunjerab, a las puertas de China 8 de mayo de 2006 No podíamos rechazar el ofrecimiento de Nawaz (un guía local alojado en el Silk Route) de llevarnos hasta el paso de Khunjerab, frontera física y política de China con Pakistán y también la frontera a mayor altura del mundo, 4.706 metros, aunque antes tenía que pedir permiso a su cliente, Belinda, una profesora australiana que llevaba cinco años preparando profesores en las ciudades de Gilgit y Chitral, en las Northern Areas. Para nosotros era una oportunidad única, de otro modo no podríamos ni habernos acercado y de haberlo hecho con un jeep y un guía nos hubiera costado 2.500 rupias. Finalmente quedamos para el día siguiente a las 8.30 en la sala de estar del hotel. El jeep wills azul marino de Nawaz es una preciosidad, según nos contó lo modificó por completo el mismo, también es muy confortable aunque pronto nos daríamos cuenta de la dureza de hacer una excursión en jeep. Salimos del Silk Route sobre las 9 de la mañana, durante los primeros kilómetros nuestro camino fue acompañado por el monte Tupopdan, una preciosa y aterradora montaña de 6.101 metros que nunca ha podido ser escalada, aunque mucha gente lo haya intentado y algunos no hayan vuelto. Dejamos la región de Gojal para adentrarnos en Khunjerab, una de las zonas más recónditas e inaccesibles del norte de Pakistán y del mundo, seguíamos el camino de la antigua Ruta de la Seda. Al entrar en otro valle apareció enfrente nuestro otra descomunal montaña, posiblemente el Karun Kho, 7.164 metros, y a nuestra izquierda casi podíamos sentir el gélido...
Rakaposhi, soberano de Hunza

Rakaposhi, soberano de Hunza

Rakaposhi, soberano de Hunza 2 de mayo de 2006 Después de adquirir una nueva tienda de campaña y un termo en Karimabad nos dirigimos hacia el valle opuesto al de Hunza, el valle de Nagyr, presidido por el majestuoso Rakaposhi, una idílica montaña de 7.788 metros, tan cercana a la KKH que en muchos momentos parece como si se fuera a desplomar encima de uno. Tras pasar el puente que cruza el río Hunza aparece un empinado desvío por un camino de piedras hacia el pueblo de Minapin, desde donde comienza el trekking hasta el Campo Base del Rakaposhi. Un hombre local nos pide que le subamos al pueblo distante cinco kilómetros desde el desvío de la KKH, nos dice que podemos llegar sin problemas, y así es, hasta los últimos quinientos metros, donde aparecen unos badenes difíciles de superar, pero por suerte contamos con la inestimable ayuda de la gente del pueblo, que nos pone piedras para poder sortear los badenes, aunque no pueden evitar que en uno de ellos el tubo del silenciador se separe. Por fin llegamos a la Diran Guest House, un delicioso hostal con verdes jardines y donde los propietarios nos reciben alegres. Por la tarde mantuvimos una interesante charla sobre política y también tomamos una suculenta cena a base de dall (una especie de legumbre parecida a la lenteja), ternera y dos estupendas sopas, después ultimamos los detalles del trekking, aunque estábamos a expensas de que el tiempo cambiase. 1er día del trekking Nos levantamos a las 6.45 de la mañana, hacía un día espléndido, teníamos las mochilas preparadas, pero tuvimos que esperar...