Langkawi

Langkawi

Langkawi, isla con sabor a Tailandia 12 de junio de 2007 Llevábamos quince días en Penang y ya no nos quedaba nada nuevo por descubrir; todavía nos quedaban, al menos, otras dos semanas para que la furgoneta estuviese reparada, por lo que una escapadita se hacía imprescindible. Decidimos ir al grupo de islas de Pulao Langkawi, que dista cuatro horas en ferry desde Penang. Estas islas se encuentran frente a Tailandia, de hecho las curiosas formaciones de roca pelada y abundante vegetación recuerdan a los cientos de islas desperdigadas por la costa de Andamán tailandesa. Cogimos el ferry puntualmente en un embarcadero de Georgetown, un barco muy rápido y con cómodos asientos, Spiderman 3 se encargó de amenizarnos el viaje, que sería movidito por el estado del mar, agitado por el monzón. Durante el trayecto de tres horas y media íbamos rebasando minúsculas islas hasta acercarnos a las principales, abruptas y repletas de vegetación. La entrada fue espectacular, el barco penetró en una bahía y amarró muy cerca de una enorme estatua de un águila, símbolo de la isla (Langkawi significa águila en Malayo). Nada más bajar del embarcadero se nos presentó la ya más que habitual escena consumista de Malasia, decenas de tiendas Duty Free, el omnipresente Starbucks, KFC, etc. Alquilamos una moto para recorrer la isla, una perfecta autopista nos llevaría a la playa donde nos alojaríamos en la solitaria y tranquila Gecko Guest House, regentado por un holandés. Además de las nubes el mar estaba agitado y la playa no era especialmente atractiva, por lo que tras alojarnos decidimos coger la moto y dar un paseo por...
Isla de Pangkor

Isla de Pangkor

La isla de Pangkor 20 de marzo de 2007 Dejando las Cameron Highlands, pero sin salir de la provincia de Perak, nos dirigimos a Ipoh, la principal ciudad del estado con sus más de 700.000 habitantes. Esperábamos encontrar una animada ciudad con edificios coloniales, pero la decepción se adueñó rápidamente de nosotros, la ciudad estaba medio muerta, todas las tiendas cerradas y los edificios coloniales aburridas construcciones blancas junto a la estación de tren. Probamos con lo que nunca falla en los países desarrollados, los centros comerciales, Rafa necesitaba unas zapatillas de deporte y un filtro polarizador para el nuevo objetivo. Toda la ciudad estaba allí metida, disfrutando del potente aire acondicionado, penetramos en el edificio por una tienda que sería el equivalente al Corte Inglés, allí el 90% de las zapatillas eran de marca y a precio europeo, de 80 euros para arriba. En las tiendas del exterior encontramos modelos más baratos pero Rafa no se decidió, lo que si compramos fue el filtro en una tienda de fotografía muy surtida. Ya comenzábamos a tener hambre, teníamos lentejas para comer, decidimos salir de la ciudad y conducir hasta nuestra siguiente parada, el Kellie’s Castle, otra decepción. Nos imaginábamos una preciosa mansión en medio de la selva, y lo que nos encontramos fue un gran edificio medio en ruinas por el que pedían una entrada de cinco ringgits, que no los merecía ni mucho menos. Comimos en el parking, echamos unas fotos desde el río y nos fuimos a la costa, a unos ochenta kilómetros de distancia. Antes de dirigirnos hacia el norte queríamos explorar la isla de Pangkor, para llegar a...