por aunmaslejos | Sep 26, 2014 | India |
Monumento al amor 1 de agosto de 2006 Nuestros planes se habían visto truncados por problemas mecánicos, nos habíamos visto obligados a descender a Manali en busca de un taller en vez de realizar un trekking en el valle de Spiti como teníamos previsto, tarea pendiente para la próxima vez. Los días en Manali se habían alargado y el clima no aconsejaba aventurarse en un trekking por la región, así día a día la idea de visitar el Taj Mahal en Agra fue ganando peso. Aunque en un principio hubiésemos preferido despedirnos de Laura perdidos en las montañas los tres decidimos que la mejor idea era acercarnos al símbolo del turismo en la India, el mayor monumento erigido en nombre del amor. Cuando por fin la furgo estuvo de nuevo curada de sus males, al menos de alguno de ellos, salimos de Manali y descendimos el valle de Kullu el único día que el sol hizo presencia desde que abandonamos Ladakh. La primera etapa transcurrió entre verdes colinas y fértiles valles, ya pasado Mandi el paisaje cambio intercalando estrechas gargantas con bellas cascadas, con abruptas y frondosas colinas; el paisaje era una maravilla pero el cuentakilómetros avanzaba lentamente. En una de las curvas un elefante nos dio la bienvenida, Laura y Rafa saltaron de la furgo para hacerle unas instantáneas, se trataba de nuestro primer elefante en India. Esa noche llegamos a Chandigarh, destrozados, agotados de las ene horas de carretera, caímos rendidos en la cama del hotel, las temperaturas no permitían pernoctar en el vehículo, hacía el mismo calor de noche que de día. La segunda etapa, Chandigarh-Agra, transcurrió por buenas carreteras y, de no ser por algunos...