Minas terrestres

Minas terrestres

El infierno de las minas terrestres 23 de octubre de 2007 Las minas antipersonas fueron usadas por primera vez a gran escala en la II Guerra Mundial, desde entonces han sido utilizadas en muchos conflictos como la Guerra de Vietnam, la Guerra de Corea o la I Guerra del Golfo, y aún hoy en día son utilizadas en muchos otros. En un primer momento se fabricaron con el objeto de proteger las minas anti-tanque, evitando que el enemigo se pudiera acercar a ellas y las desactivase, y con fines defensivos, protegiendo zonas estratégicas como fronteras, campamentos o puentes. Están diseñadas para herir y no matar al soldado, ya que para el enemigo supone más trabajo y recursos rescatar y curar a los mutilados que simplemente enterrar los cuerpos: Según la estrategia militar es más caro un hombre herido que uno muerto. Poco a poco se fue desvirtuando su uso y comenzaron a usarse a gran escala, atemorizando a civiles y comunidades enteras, impidiendo a los campesinos acercarse a sus campos y limitando el movimiento en pueblos y aldeas. Simultáneamente se dejó de marcar las áreas minadas y de preparar los mapas correspondientes de forma sistemática, lo que se convirtió en una tarea imposible cuando comenzaron a lanzarse desde el aire. A esta dificultad se añade el hecho de que el clima lluvioso de ciertas regiones permite a las minas cambiar de posición, desplazándose grandes distancias. Así civiles, cooperantes y soldados desconocen cuándo están entrando en un campo minado. Muchos países fabricaron estas armas en el pasado para uso propio y para suministrar a otros países. Una fabricación sencilla y...