por aunmaslejos | Sep 26, 2014 | Irán |
El golfo Pérsico 26 de marzo de 2006 En busca de playas exóticas donde poder bañarnos en soledad comenzamos nuestro periplo por las costas del Golfo Pérsico tras la breve parada en casa de Mehdi. El calor en esta región de Irán es insoportable, y eso que estábamos en marzo, no quiero imaginarme como debe ser en verano, seguro que se alcanzan los 50 ºC. Cuando abandonamos Mohammed Ameri eran ya las tres de la tarde, no avanzaríamos mucho ese día ya que siempre tratamos de parar antes de que anochezca. Así lo hicimos, justo antes del anochecer, junto a un puesto de nuestros archiconocidos voluntarios de la Luna Roja Creciente. Tuvimos el tiempo justo para dar un paseo hasta la playa, muy sucia por cierto, y ver allí la puesta de sol. Esa noche, cuando ya estaba preparando la cena, vinieron a buscarnos para invitarnos a cenar, judías con atún, seguramente ambas cosas de lata y mezcladas luego en la olla, pero nosotros nos comimos todo como buenos huéspedes. El pueblo de Taheri alberga los restos de un antiguo puerto de mar muy transitado en otras épocas, una gran mansión en proceso de restauración recuerda el esplendor que vivió el lugar en el siglo XIX. Pero el lugar contiene restos mucho más antiguos, los de una mezquita que previamente fue un templo sasánida y los de tumbas escavadas en las rocas y en el suelo, en algunas de ellas se pueden ver huesos humanos, nuestro guía insistió mucho en enseñárnoslas. Algunos de estos enterramientos pueden datar de épocas prehistóricas. Realizamos la visita en compañía de un guía que...