por aunmaslejos | Sep 26, 2014 | Turquía |
Historia, pueblos y ciudades subterráneas 18 de diciembre de 2005 Tras la calurosa despedida de los trabajadores del taller, con intercambio de regalos incluido, nos dirigimos con nuevos y renovados aires hacia una de las ciudades subterráneas trogloditas más grandes de la región, la de Derinkuyu. Aunque seguíamos en la región de Capadocia, dejamos atrás la magia de los valles de Göreme. Recorríamos los kilómetros por una región montañosa, con el añadido de la recién llegada nieve, que siempre da otro tinte distinto al paisaje. Llegamos a Derinkuyu casi al atardecer y aparcamos junto a una iglesia católica. Antes de pensar en donde dormiríamos dimos un pequeño paseo por el pueblo. Teníamos que estar bastante cerca de la entrada a la ciudad subterránea, ya que había teterías y tiendas de souvenirs. El resto del pueblo parecía bastante tradicional, con granjas de pollos en las casas bajas y mujeres recatadamente tapadas. Desde luego éramos los únicos turistas en el pueblo, al menos a simple vista. Dejando a nuestra izquierda la iglesia, nos encontramos con señoras mayores que vendían preciosas muñecas con vistosos colores hechas por ellas mismas, eran muy baratas. Efectivamente, andando apenas cien metros más vimos la entrada a la ciudad subterránea. Nos acercamos para enterarnos del precio, 10 millones persona (6 euros cada uno). Al volver hacia la furgoneta un hombre nos paró, «Españoles«, nos dijo, era un comerciante, que nos invitó a tomar un té en su tienda, como no teníamos mucho que hacer fuimos con él. Era una tienda de baratijas y «supuestas» antigüedades, con algunas vitrinas llenas de objetos unos encima de otros, collares, monedas...
por aunmaslejos | Sep 26, 2014 | Crónicas destacadas, Turquía |
Capadocia maravilla natural 11 de diciembre de 2005 Tras el descalabro económico que había supuesto la renovación del visado para Turquía nos dirigimos a Capadocia con ganas de relajarnos pasando unos días en el mismo lugar. En vez de ir por la autopista, como hace todo el mundo, decidimos adentrarnos por una carretera que se dirige a Kayseri por el este; el camino era más corto aunque las carreteras un poco peligrosas, pero el buen tiempo nos animo a continuar por allí. Escogimos mal el camino ya que sufriríamos el segundo ataque del viaje, esta vez con pedradas que dañaron un poco la fachada de nuestro hogar. Pusimos la denuncia de rigor en el cuartel de la Jandarma más próximo al lugar de los hechos (aunque suponíamos que serviría de poco), aún así los oficiales se portaron muy bien con nosotros e incluso nos invitaron a comer y dormir en sus dependencias ese día. Intentando olvidar el incidente nos fuimos directos a Capadocia. La carretera nos regaló hermosas vistas del Monte Erciyes de camino a Kayseri, ciudad en la que ni siquiera nos detuvimos. Ya anochecía cuando llegamos a Ürgüp, nuestra primera parada en la región. Pedimos permiso en un hotel para usar su aparcamiento, de nuevo la cortesía turca nos otorgó un sí rotundo y una invitación a té, lo agradecimos mucho, el frío era intenso. Esta ciudad es bastante turística, pero en esta época del año sus calles estaban tranquilas, aunque no dejamos de cruzarnos algún japonés, ¡¡¡nunca fallan!!! Como ya era de noche dejamos la visita para el día siguiente y aprovechamos la tarde para comprar...