Chiang Mai

Chiang Mai

Chiang Mai, arte y cultura 21 de julio de 2007 Si Bangkok es la capital de la nación Chiang Mai es para muchos la capital artística y espiritual, con un clima más agradable y un ambiente menos urbanita, más relajado. Esta ciudad se halla a unos setecientos kilómetros al norte de la capital, cerca de las fronteras con Burma y Laos, y es el mejor lugar desde el que iniciar la exploración del norte y noroeste del país, las comunicaciones con el famoso Triángulo del Oro son buenas y rápidas, y las carreteras que llevan a la región de Mae Hong Son son buenas aunque más lentas debido al terreno montañoso. A pesar del tamaño reducido de esta ciudad se dice que en sus inmediaciones hay unos trescientos wats, tantos como en Bangkok, algunos de ellos son muy venerados y reciben constantes visitas a lo largo del año. El más importante es el Wat Phra Singh, situado en una amplia zona de la ciudad vieja y uno de los mejores conjuntos del país, con su wihan (templo propiamente dicho donde son bien recibidos los devotos), su zona privada para los monjes, su vieja biblioteca y decenas de chedis y pequeños edificios de distintos significados. Hallar el camino hacia la zona de hoteles fue muy sencillo, seguíamos las indicaciones de Laura y la guía y pronto nos topamos con el primer hostal que querían ver nuestros amigos, el lugar era un tanto lóbrego, nada acogedor, y el dueño, un inglés, nada amable, decidimos seguir buscando, primero vimos un hotel bastante impersonal gestionado por holandeses y por último un hostal llamado...
Bangkok, energía desbordada

Bangkok, energía desbordada

Bangkok, energía desbordada Julio – agosto de 2007 Bangkok ha resultado ser otra de esas ciudades claves en el viaje, por ella hemos pasado ya cuatro veces y al menos pasaremos otra más antes de emprender el regreso. La ciudad representa el centro neurálgico del turismo en el Sudeste Asiático, capital de la mayor potencia del este de Asia en este sector (por ahora, China está a la zaga). Pero el turismo no es la única actividad de esta metrópoli, ni mucho menos, los centros de negocios inundan la ciudad moderna, junto a la famosa calle Sukhumvit, casi todos los países del mundo tienen representación en esta zona donde es tan común ver a occidentales como a tailandeses. Las arterias se colapsan en hora punta como en cualquier gran ciudad, por eso merece la pena conocer y disfrutar de los servicios del Chao Praya Express, el ferry de pasajeros que recorre el río Chao Praya realizando estratégicas paradas en las zonas más interesantes. El río es el alma de la ciudad, en sus orillas se levantan los monumentos más importantes: el Wat Phra Kaew y el Gran Palacio (parada número 9), el Wat Pho y el Wat Arun (parada número 8) o China Town (paradas 6 a 4), en muchas de estas paradas y en otros puntos de las orillas es posible disfrutar de una comida mientras se observa la vida del río, con su ir y venir de ferries y barcazas con mercancía. Pero el Chao Praya no es el único río navegable en la gran capital, hay otros canales llamados Klongs por los que circulan servicios de...
Golfo de Tailandia

Golfo de Tailandia

Golfo de Tailandia, camino de Bangkok 7 de julio de 2007 Aún quedaba una semana antes de que llegara la nueva visita y Phuket no nos había enganchado lo suficiente como para quedarnos, además de que los temporales comenzaban a hacer su puesta en escena impidiéndonos dormir en las playas. Según habíamos leído la costa del Golfo de Tailandia no se ve afectada por el mismo monzón que la costa del Mar de Andamán, allí nos dirigimos con la vaga esperanza de que fuera cierto, ya que apenas 150 kilómetros de distancia separan una costa de otra y no nos creíamos mucho que de repente el sol aparecería sin más. Emprendimos la carretera que sigue la costa oeste hacia Myanmar con la intención de desviarnos por una nacional que cruza un parque nacional que nos habían recomendado visitar. Pudimos comprobar que al norte de Phuket la costa no está tan desarrollada y probablemente esconde algunas playas interesantes, pero el monzón nos quitó de la cabeza la idea de explorar esa zona, al igual que la de visitar el parque, la lluvia a veces se hacía tan intensa que nos obligaba a parar, queríamos salir de allí cuanto antes. No es que al llegar a la otra costa dejase de llover pero al menos las lluvias fueron más moderadas y tuvimos todos los días unas cuantas horas de descanso, así pudimos explorar esta región, mucho menos transitada por extranjeros pero mucho más rica en historia y cultura. La primera noche dormimos a unos kilómetros al sur de Chaiya, en una zona de manglares muy agradable, con un área para aparcar...