Rascacielos y glamour en Hong Kong

Rascacielos y glamour en Hong Kong

Hong Kong, rascacielos y glamour 24 de agosto de 2007 Cogimos un veloz y moderno ferry que nos llevaría de Macao a Hong Kong en cuarenta y cinco minutos, pasaríamos durante el trayecto por muchos islotes hasta avistar la isla de Lantau, el preludio de Hong Kong. Va apareciendo la isla de Hong Kong, tras un pequeño giro del ferry, los inicios son algo desalentadores, enormes y grises edificios de apartamentos apiñados unos contra otros y ascendiendo por la abrupta isla, entramos en la bahía de Victoria con un mar agitado y decenas de otras embarcaciones, de un lado a otro, esta bahía separa la propia isla de Hong Kong de su vecina continental, Kowloon. A medida que llegamos a nuestro embarcadero van apareciendo más y más rascacielos, que suben las escarpadas colinas, es un hecho que apenas queda espacio edificable en la isla de Hong Kong, de ahí que si alguien quisiera comprarse un apartamento debería de saber que Hong Kong está entre las tres ciudades más caras del mundo. Ya hemos llegado al centro del puerto Victoria, un estrecho de 500 metros de ancho, el tráfico marítimo es muy intenso, desde aparatosos barqueros hasta pequeñas embarcaciones de pesca, pero ni rastro de los Juncos, los típicos barcos de Hong Kong. Cuando bajamos del ferry estamos literalmente rodeados de rascacielos, el panorama es demoledor, decenas de ellos, de distinta forma y tamaño, tras ellos la montaña y justo enfrente Kowloon, también con una buena cantidad de rascacielos, una de esas imágenes que se quedan de por vida y nosotros avanzamos torpes por la zona peatonal, un tanto aturdidos,...
Costa sudoeste de Sri Lanka

Costa sudoeste de Sri Lanka

Grato encuentro en la costa del sudoeste 6 de febrero de 2007 El autobús nos dejó a la entrada del pueblo de Unawatuna, caminamos durante 10 minutos y un hostal llamó nuestra atención, parecía una casa de huéspedes con su balcón, su jardín, muy acogedora. Rafa se quedó en el piso de abajo mientras yo subía a comprobar cómo eran las habitaciones, visité una, me gustó, entonces me acerqué a ver el balcón, en ese momento una mujer salía de una de las habitaciones, cuál fue mi sorpresa al ver que era Teresa, la mujer de Bilbao que habíamos conocido en Navidad en una playa de Goa. Nos dimos un gran abrazo, y sin ninguna duda decidí que nos quedaríamos allí esos días. Teresa estaba lista para salir, tenía que ir a Galle a cambiar dinero o a sacarlo del cajero, pero aún así decidió quedarse con nosotros a conversar un rato que se convirtió en más de una hora. Nos pusimos al día de lo que habíamos estado haciendo el último mes y medio, ella nos contó como había acabado nuestra aventura con los vendedores de Mandrem, en Goa, nosotros por nuestra parte le contamos nuestro viaje por Karnataka y Kerala. Aunque cuando la conocimos se encontraba sola su viaje por Sri Lanka lo estaba realizando con otra chica, Rakel, una navarra de nuestra edad, en esos momentos se encontraba acostada en la habitación, algo que había comido la noche anterior le había sentado mal y necesitaba descansar. Aunque teníamos ganas de seguir charlando y charlando nos tuvimos que despedir por el momento, a Teresa le iban a cerrar los bancos;...
Campo base de los Annapurnas

Campo base de los Annapurnas

Campo base del Annapurna 1 de octubre de 2006 Después de más de un año de viaje realizamos el Trekking de los Annapurnas, con el que llevábamos soñando desde antes de salir de Madrid. Pero Annapurnas es algo más que una caminata en los Himalayas, es un viaje al interior de lo más auténtico de Nepal, un paseo a través de las ricas y diversas culturas del Himalaya, unos pueblos adaptados a las duras condiciones de vida en las montañas más altas de la tierra, un modo de vida condicionado directamente por la cordillera, tanto para lo bueno como para lo malo, pero que no endurece el corazón de estas gentes, muy al contrario, es en estos lugares, alejados días o semanas de la civilización, donde la hospitalidad surge de un modo natural pese a la explotación turística de este Trekking, que por otro lado, trae riqueza a las gentes o pueblos que tienen la fortuna de compartir camino con el turista. Y como guinda, asistir al espectáculo del anfiteatro de los Annapurnas desde el Campo Base, con el Annapurna I como gran general, pero ojo, no es un camino fácil, aunque sí agradecido, todos los esfuerzos reciben recompensas y aquí tal axioma se cumple con creces. Comienzo-Fin Desnivel Duración (sin paradas) Jornada 1 Nayapul-Siauly Bazar 150 Metros 1 H. 45 Minutos. Jornada 2 Siauly Bazar-Jhinu 600 Metros 4 Horas. Jornada 3 Jhinu-Bamboo 700 Metros 3 Horas 45 Minutos. Jornada 4 Bamboo-M. Base Camp 1600 Metros 5 Horas. Jornada 5 M. Base Camp-A.Base Camp-Himalaya 500 M. subida-1300 bajada 4 Horas 30 Minutos. Jornada 6 Himalaya-Chumroong 800 M. bajada-300 subida...
Grandes estupas de Katmandú

Grandes estupas de Katmandú

Grandes estupas de Katmandú 7 de septiembre de 2006 Dentro de la enorme cantidad de templos que existen en Katmandú, el Templo de Swayabunath, también conocido como Templo de los Monos y el Templo de Bodinath quizá sean de los más famosos y visitados, tanto por adeptos como por turistas. Swayabunath se encuentra a una media hora andando del barrio de Thamel, ubicado en lo alto de una colina a las afueras de la ciudad. Una gran escalinata de cuatrocientos escalones da acceso a la enorme estupa que domina todo el complejo, que está compuesto por otras estupas menores, un templo budista y todos los demás elementos de esta religión, banderas de oración, ruedas de oración, estatuas de Buda, etc. Toda la arquitectura del Swayabunath es budista pero en este templo se celebran también liturgias hinduistas, al fin y al cabo a Buda se le consideró la última reencarnación de Vishnu, al parecer un «invento» hinduista de hace unos siglos, cuando en la India los hinduistas se volvieron budistas masivamente, poniendo en grave peligro al hinduismo. El único acceso a través de la escalinata está repleto de monos, los cuales tienen en este lugar especial fama de violentos, pero a nosotros nos trataron bien, incluso nos permitieron tomarles algunas fotografías. Visitamos el templo con Nico, al que veíamos de nuevo después de nuestro mes juntos en Ladakh y Cachemira; tuvimos que pagar cien rupias para entrar, desde arriba las vistas de la ciudad eran casi completas, la lástima es que estaba nublado y no se podía ver el fondo único del Himalaya. Nos pusimos a pasear por el complejo,...