A mitad de camino

A mitad de camino

A mitad de camino 2 de diciembre de 2007 Ahora sí que estábamos de vuelta, aunque no lo parezca para nosotros estar en Dubai era como estar a la vuelta de la esquina. Tener entre medias el subcontinente indio o el Océano Índico es psicológicamente agotador, en estos momentos nos sentíamos a dos pasos de Jordania y a cinco de casa, aunque ¿cuál es nuestra casa ahora?, difícil de decir, siempre podemos usar el tópico, nos sentíamos «ciudadanos del mundo», pero hemos de reconocer que el gazpacho y la tortilla de patata nos llamaba a gritos, tal vez había llegado el momento de tener de nuevo una casa con paredes de ladrillos en el céntrico barrio de Arganzuela, un pequeño apartamento de paredes verdes y precio desorbitado, tal vez un sinsentido después de tanto tiempo o tal vez no… Después de una infernal, rocambolesca y surrealista mañana en el aeropuerto de Kuala Lumpur aterrizamos por fin en el aeropuerto de Dubai, una sala enorme con treinta mostradores nos separaba del país. Las colas iban creciendo según aterrizaban aviones de orígenes tan diversos como países hay en el mundo, la diversidad cultural igualaba e incluso superaba a la de Bangkok, donde la tez morena y peculiar de los indios, pakistaníes, bangladeshíes se imponía a la tez más clara de europeos, rusos y chinos, y a la tez negra de los keniatas, somalíes y demás africanos que también tienen su lugar en este diminuto país. Nuestro primer contacto con los emiratíes fue desalentador, atrás quedaba la humildad y simpatía de las gentes del Sudeste Asiático, nos encontrábamos en un país rico,...

Caligrafia otomana

Caligrafía otomana Dios nos ha provisto de todo lo que necesitamos El Corán, el primer libro escrito en Árabe, impulsó de forma decisiva el desarrollo de la escritura y contribuyó también a la posterior evolución de la caligrafía como arte. El instrumento para escribir era el Cálamo, una caña tallada que, según el tipo de talla que tuviese, así era usado para uno u otro tipo de escritura. Comienzo con el nombre de Alá Desde finales del siglo VII la lengua y la escritura árabes se usaron de un modo oficial, imponiéndose en la administración de todos los países musulmanes. La escritura evolucionó hacia dos formas esenciales: la Nasjí, redonda, y la Cúfica, angulosa. Cada región del imperio islámico poseía un estilo propio, que reflejaba su identidad cultural y artística. La escritura cúfica, utilizada para escribir el Corán, era diferente en la India, Egipto, Irak o Andalucía. La escritura monumental, pintada sobre esmalte, esculpida en madera o en piedra, se diversificó aun más que la cúfica. Una de las inscripciones más antiguas (siglo VII), de carácter cúfico, con letras doradas sobre fondo azul, decora el interior de la Cúpula de la Roca de Jerusalén. La decoración caligráfica está presente en todos los monumentos religiosos y civiles. Como elemento usado en arquitectura, el estilo cúfico, denso en un principio, se estiliza. Los trazos se alargan, evocan siluetas de ciudades, motivos enlazados, florales o geométricos. Dios siempre está preparado La caligrafía es el principal instrumento artístico del arte musulmán y es usada en todas partes, escuelas, palacios y sobre todo en mezquitas, donde adquiere su mayor relevancia, alcanzando una significación casi...
Recibiendo visitas en Estambul

Recibiendo visitas en Estambul

Recibiendo visitas en Estambul 25 de diciembre de 2005 Volvíamos de nuevo a Estambul el día 25, aún nos pitaban los oídos de la noche anterior, cuando un José Luis Perales a la turca nos dio la serenata durante la cena de nochebuena en Sile. Nos esperábamos encontrar la ciudad nevada, hubiera sido bonito ver la cúpula de Santa Sofía cubierta de blanco, pero como ocurre en las ciudades, la polución nos lo impidió, apenas había nieve en las calles y la que había, no era precisamente blanca. Laura llegaba el día 29 desde Madrid para pasar la nochevieja con nosotros, esos cuatro días los aprovecharíamos para hacer algunas compras y algunos trámites en embajadas. Pactamos un precio razonable con el dueño de un aparcamiento en Sultanahmet y ahí nos quedamos durante los cuatro días, casualmente, tuvimos como vecino a un turco que dormía en su furgoneta y que se dedicaba a hacer de guía a los turistas, un personaje interesante, que había visitado bastantes países. Uno de los días lo dedicamos a comprar juguetes para los niños que nos fuéramos encontrando de aquí en adelante. Fuimos hacia una zona de tiendas detrás del gran bazar, en las que se compra al por mayor y por poco más de doce euros nos hicimos con unos treinta relojes, cincuenta anillos, pelotas pequeñas de goma, cientos de lapiceros y gomas de borrar, muñecas, etc. Tendríamos suficientes para un buen tiempo. Daba gusto pasear por un bazar sin turistas, incluso los comerciantes estaban más tranquilos y nos dejábamos agasajar por su hospitalidad. Encontramos un pequeño restaurante junto a una de las salidas,...
Sanliurfa de Abraham

Sanliurfa de Abraham

Sanliurfa: La patria de Abraham 4 de diciembre de 2005 De nuevo en la frontera, esta vez para entrar a Turquía desde Siria. Habíamos escogido este punto para cruzar porque dejaba a escasos veinte kilómetros de Harrán, lugar en el que, según cuenta la leyenda, vivió Abraham con su familia. Tras llenar el depósito de gasoil y otro depósito de 25 litros nos acercamos al puesto fronterizo. Estaba muy tranquilo, de hecho no había nadie cruzando. Nos hicieron bajar del coche y nos llevaron a unas oficinas donde enseguida nos invitaron a té. No entendíamos mucho lo que pasaba, nadie movía un dedo, miraban nuestros pasaportes y los dejaban encima de la mesa. Y así pasaban los minutos y nada, comenzamos a conversar con los distintos oficiales que aparecían por el lugar, pero nadie parecía ser responsable de sellarnos el visado. Muertos de hambre nos preguntábamos cuando nos dejarían pasar, pero éramos una atracción y no parecían tener la intención de soltarnos tan rápidamente. Por fin, casi dos horas después con sus consiguientes tés, uno de los presentes (que llevaba allí desde el principio) cogió los pasaportes y los selló, tras preguntarnos antes si no teníamos problema con el visado de Turquía (no era así, nos quedaban aún cinco o seis días, y en breves momentos pensábamos comprar una nuevo). Ala, ya podéis pasar. Ni registraron el coche ni nos cobraron nada, estábamos estupefactos. Ahora le tocaba el turno a los turcos de Akçakale, tenían que abrir una barrera y dejarnos pasar; y así pasó otra media hora más. Por fin abrieron la barrera y penetramos en territorio turco....
Konya

Konya

Konya, la cuna de los Derviches 19 de octubre de 2005 Llevábamos ya mucho tiempo viajando junto al mar y nos apetecía un cambio, en un principio teníamos planeado ir a Konya a la vuelta de Siria y Jordania, pero cambiamos los planes. Para llegar a Konya hay que atravesar los Montes Taurus en su vertiente más occidental, la menos elevada, y adentrarse hasta el corazón de la inmensa estepa de Anatolia. No nos imaginábamos lo que nos esperaba en el camino, en Antalya hacía unos 27ºC esa misma mañana de octubre. En los alrededores de Side la carretera abandona el mar y se dirige hacia el norte, enseguida comenzamos a ascender con la furgoneta, la temperatura descendía progresivamente, ¡ya estábamos a menos de 10ºC! Se nos estaba haciendo tarde y decidimos parar antes que se hiciera completamente de noche. Junto a un pueblo, en un aparcamiento cerca de la carretera, paramos a descansar; tuvimos que encender la calefacción hasta la hora de acostarnos. Esa noche la temperatura descendería por lo menos hasta 4 ó 5ºC. Nos levantamos temprano y seguimos camino, continuábamos ascendiendo. Desde la carretera se veían de vez en cuando rebaños de ovejas y cabras, o tractores realizando sus labores en el campo. No estábamos seguros: «aquello parece nieve»-le dije a Rafa-«no puede ser verdad, aún estamos en octubre, será roca viva»-me contestó él convencido. Cada vez parecía más claro y en pocos kilómetros la nieve estaba junto a la carretera, el termómetro marcaba 1ºC; ¡qué contraste!, ayer a casi 30 ºC y hoy a 0ºC. Nos pareció divertido, incluso bromeamos con la idea de estrenar...