Hoian

Hoian

Hoian 15 de octubre de 2007 Chaparrón tras chaparrón llegamos a la bella Hoian, el alma artística del país, una ciudad que ha sabido cuidar y mantener su ambiente con el pasar de los años y ofrece al visitante una tranquilidad difícil de encontrar en otros lugares de Vietnam. Quizás es por esta razón que muchos viajeros que sólo vienen a pasar un día o dos acaban quedándose aquí semanas y repiten año tras año, de esta forma alojamientos de todo tipo, restaurantes y tiendas han ido apareciendo como champiñones creando una oferta heterogénea que satisface todos los bolsillos y todos los gustos. Entre toda esta gente que va y viene a Hoian muchos son los que lo hacen por una razón muy concreta, la de adquirir ropa a medida a bajo coste, todo tipo de tejidos, colores y estampados se exponen en las decenas, centenares de boutiques que inundan el centro de la ciudad, los maniquís muestran modelos clásicos, modernos, juveniles, todas las marcas son imitadas sin pudor por unos hábiles sastres que trabajan a destajo para acabar las prendas en tiempo record. Pero hay que andarse con mucho ojo y escoger bien, aunque posiblemente eso sea difícil al menos que se lleve alguna referencia, todas las boutiques parecen ofrecer trabajos de calidad. Nosotros, como era de esperar, caímos en la tentación, Rafa quería hacerse un traje para la boda de mi hermano y escogió la sastrería recomendada por el hotel, varios clientes recogían y se probaban sus trajes muy satisfechos y nos pareció una buena elección. Sin embargo a nosotros no nos fue tan bien como hubiésemos...
Hue

Hue

Pasados por agua en Hue 15 de octubre de 2007 Ya habíamos visto llover en otras ocasiones pero nunca como observaríamos aquel día en Hue, antigua capital del país, las lluvias que no cesarían de caer durante toda la jornada del 15 de octubre y la noche siguiente dejarían inutilizadas algunas de las vías de la ciudad y generarían una crecida del río que ayudaría a anegar las orillas y muchas calles adyacentes; el monzón, como cada año, se dejaba sentir y los ciudadanos de Hue parecían vivirlo sin trauma alguno, como si del pan de cada día se tratase. Las lluvias nos acompañaron del aeropuerto a la ciudad, más tarde, tras acomodarnos en un modesto hotel sin ningún encanto, mamá y yo salimos a desayunar con nuestras capas protegiéndonos, cuando vimos el río no tenía nada que ver con lo que veríamos seis o siete horas después. Un fuerte café vietnamita nos ayudó a despabilar del todo y recuperarnos de las últimas 24 horas en las que habíamos cogido un tren de Sapa a Hanoi y un avión desde la capital hasta esta ciudad del centro del país. Fuimos al hotel a por Rafa y los tres con nuestras capas salimos a conocer la ciudad, unos conductores nos convencieron para llevarnos a la ciudadela, ¡menos mal!, si no llega a ser por ellos acabamos flotando río abajo. Visitamos así la Ciudad Púrpura Prohibida y las salas aledañas donde se exponían objetos de la realeza, la lluvia nos impedía caminar cómodamente y a punto estuvimos de resbalarnos en varias ocasiones, aquello no parecía que fuera a parar y decidimos...
Bahía de Halong

Bahía de Halong

La bahía de Halong, el imperio turístico de Vietnam 12 de octubre de 2007 Si algún lugar de Vietnam es visitado por todos y cada uno de los extranjeros que pisan esta tierra ese lugar es la Bahía de Halong; la imagen más utilizada en los folletos de las agencias de viajes de todo el mundo para promover el turismo en un país que aún se recupera de las heridas de guerra. Tal y como muestra la película Indochine, protagonizada por Catherine Deneuve, este rincón del mundo vivió tiempos peores cuando los franceses aún gobernaban el Vietnam del Sur, y enviaban a todo tipo de prisioneros a morir o a ser vendidos como esclavos en esta inalcanzable e inmensurable bahía. Hoy los muelles donde se cometían estas atrocidades han sido sustituidos por otros donde los turistas pueden desembarcar y disfrutar de cuevas y playas en alguno de los miles de islotes que pueblan el lugar. Como todos lo que estábamos allí nuestra excursión sería de dos jornadas, nos recogería un minibús cerca del hotel y, en un trayecto de hora y media, nos dejaría en el centro de visitantes del Parque Natural de Vinh Ha Long, donde nos juntaríamos con miles de personas, unos recién llegados y otros que regresaban; el negocio está tan bien montado, que según un barco llega sobre las 12h30 con un grupo, una hora después ya está de nuevo a la mar con otro grupo, el tiempo justo para aprovisionarse y recibir a los nuevos invitados. Nuestra guía, una chica joven, parecía demasiado excitada para la ocasión, yo diría que aún le duraba la...
Sigiriya y Dambulla, budismo en Ceylan

Sigiriya y Dambulla, budismo en Ceylan

Sigiriya y Dambulla, budismo en Ceylan 29 de enero de 2007 Dejamos Polonnaruwa a la hora de comer, para ello nos fuimos a la cercana estación de autobuses de Kaduruwela. Mientras yo cuidaba nuestro equipaje Rafa compraba algo de comida para el trayecto, unos pastelitos de lentejas, algo de fruta y unas chocolatinas. Aunque los trayectos son cortos se tarda mucho en recorrer en autobús, la media no es superior a 35 Km/h, no lo creeríais si os pasa uno cerca, en algunos tramos van como locos, yo diría que a más de 80 Km/h. En este caso a la tardanza se sumo un control de policía a dos kilómetros de nuestro destino, todos los pasajeros tuvimos que bajar con nuestros equipajes, pasar el control y volvernos a subir al mismo autobús que por su parte también había sufrido su registro. La cercanía de las ciudades antiguas a zonas de control tamil hace frecuentes los controles. El Round Ticket incluye la visita a Sigiriya, que por separado cuesta otros 20$, no así la visita a las cuevas de Dambulla, nuestra siguiente parada. Decidimos ir directamente allí porque las comunicaciones son mejores que desde Sigiriya, a donde se puede llegar fácilmente en autobús en media hora. Cuando nos dejó el autobús en medio de la ciudad era la hora de más calor, nos tocó caminar más de media hora hasta la zona donde se encuentran las cuevas y los hostales, bastante apartados del centro. Los primeros hostales no nos convencieron, más que nada por el precio, sin embargo en el Saman Hostel fueron muy amables y nos dejaron la habitación por 700 rupias (5 euros). Este hostal...
Arquitectura otomana en Safranbolu

Arquitectura otomana en Safranbolu

Arquitectura otomana en Safranbolu 17 de enero de 2006 El tiempo no parecía mejorar, aunque lo peor estaba aún por llegar al final de esa semana. Y así, con esa lluvia que nos acompañó cada día durante la visita de Jorge y Carlos, nos despedimos de Estambul. Del aeropuerto regresamos sobre nuestros pasos hasta una de las desviaciones que lleva a la autopista, çevreyolu en turco. No tardamos en llegar al puente que separa Asia de Europa y de nuevo cambiamos de continente, esta vez un poco tristes, ahora si que no sabíamos cuando recibiríamos la próxima visita. Safránbolu, nuestra siguiente parada en el camino, se encuentra a unos 390 kilómetros de Estambul. Era demasiado tarde para recorrerlos esa tarde, y además no recordábamos lo pesada que se hace la carretera hasta Izmit, a tan sólo 50 kilómetros de la gran metrópoli. En una estación de servicio cercana a esa localidad paramos a dormir, aunque parecía muy segura un guardia de seguridad nos hizo movernos cerca del acceso al restaurante a las dos de la mañana, ¡nos lo podía haber dicho antes! Recorrimos los kilómetros que quedaban lentamente y no llegamos a nuestro destino hasta la una de la tarde. Atravesamos el pueblo con la furgoneta comprobando lo escaso del aparcamiento, y vislumbrando lo que nos esperaba entre sus calles. Saliendo por otro de los accesos encontramos una mezquita con una zona para aparcar muy grande y allí nos plantamos. El imán vino enseguida a saludarnos y darnos la bienvenida, más tarde lo haría su sonriente mujer. Dado que hacía mal tiempo y estábamos un poco fatigados de los...