Llegada a Kuta

Llegada a Kuta

Un jarro de agua fría 23 de abril de 2007 Nunca olvidaré el jarro de agua fría que me llevé al llegar a Bali, la famosa y mítica isla de Bali, llevábamos semanas deseando que llegara ese día, el 23 de abril, y cuando llegó todo fue de mal en peor. Nuestro primer contacto con los indonesios fue en el mostrador de inmigración donde se compraban los visados, 25 dólares por persona por 30 días de estancia, no un mes, hecho importante para nosotros, el policía que nos tenía que poner el sello de entrada nos confirmó con toda la arrogancia del que se sabe en una posición de poder que tendríamos que pagar una multa para salir del país si no cambiábamos nuestro vuelo del día 23 de mayo al 22, no dábamos crédito, no íbamos a pasar en el país ni 30 días, poco más de 29, pero ese 23 de abril contaba como un día entero, aunque no aterrizamos hasta las nueve de la noche, y el visado no era de un mes. Lo peor no fue la noticia en sí sino el desagradable tono de las autoridades, con las que volveríamos a tener contacto al día siguiente. Con las mochilas al hombro nos acercamos a la taquilla de taxis con precios prefijados, y, aunque nuestro destino era Central Kuta, nos cobraron 5.000 rupias más de lo que indicaba el cartel. Nuestro taxista, un chico joven balinés hinduista, no nos entró muy bien, ya que uno de sus primeros y únicos comentarios fue una desagradable crítica hacia los musulmanes, hacia los cuales nosotros sentimos especial afinidad,...
Pushkar, Corazón del Rajastán

Pushkar, Corazón del Rajastán

El lago sagrado de Pushkar 13 de noviembre de 2006 Se nos quedó cara de tontos a los dos cuando comprobamos en un internet en Delhi que la Feria de Pushkar terminaba el 5 de noviembre tal y como Ana nos dijo en un email. Un comerciante nos había dicho que la feria duraba una semana tras la luna llena pero se equivocó, dura tan sólo cuatro días y la luna llena es el último, este año coincidía con los días 2-5 de noviembre. Fue una pena porque el día 3 de noviembre dejamos Orcha y llegamos a la capital, bien hubiésemos podido conducir a Pushkar y disfrutar del evento. Durante esos cuatro días se celebra la reunión de camellos más multitudinaria de Asia y posiblemente del mundo entero, en esta pequeña población se reúnen más de 200.000 personas, de entre ellos un tercio turistas. Los comerciantes recorren con anterioridad kilómetros y kilómetros en caravana desde sus lugares de origen, antiguamente venían incluso desde lo que es ahora el vecino Pakistán y desde Afganistán. Los visitantes copan todos los alojamientos, que hacen su agosto triplicando el precio de sus habitaciones; como no hay sitio para todos se montan campamentos con bungalows y tiendas de campaña con ofertas para todos los bolsillos. Las actividades no se ciñen a la compra-venta de camellos, también hay espectáculos de música y otras artes. Ya era tarde para ir, nos conformamos con visitar la ciudad del lago sagrado con las chicas unos cuantos días más tarde. Así, la tarde del 12 de noviembre, llegamos a Pushkar, fuimos directos al hotel Seventh Heaven, que alguien nos había...
Risikesh

Risikesh

Risikesh, la cuna del yoga 3 de agosto de 2006 Decir de nuevo adiós a Laura se hacía difícil, pensamos que quizás ésta sí que había sido nuestra última visita, a pesar de que ella no dejaba de repetir que en navidades se venía de nuevo, a descansar del colegio en las playas paradisíacas del Océano Índico. A día de hoy, 21 de agosto, no sólo esos planes siguen en pie sino que ya esperamos otra visita en noviembre, Ana, la que fuera mi compañera de fatigas durante largo tiempo en la calle Monte Esquinza, nos visitaría en noviembre junto a otra amiga, con ellas visitaremos Rajashtan ¡¡os esperamos!! La última jornada con Laura transcurrió parte en la carretera, parte en Nueva Delhi. Para no complicarnos la vida condujimos directamente a la zona de embajadas y, aunque pensábamos dejarlo para el día siguiente, decidimos entrar en la embajada española para hablar del dichoso problema del pasaporte de Rafa. Nos atendió la misma mujer con la que conversé a principios de julio y consiguió ponerme de mal humor insistiendo en que si no le gestionaban el pasaporte normal era porque yo había insistido en que no podíamos esperar quince días a que se lo dieran, que nos íbamos a Nepal, en ningún momento yo había dicho tal cosa pero ella lo repitió añadiendo que quizás había habido una confusión ‘por mi parte’. Gracias a Laura y Rafa me tranquilicé y conseguimos obtener la información suficiente para deducir que si esperábamos le darían el pasaporte normal (ahora parecía ser lo más normal del mundo, cuando en Ankara el NO fue tajante, y en...