Polonnaruwa

Polonnaruwa

Polonnaruwa 27 de enero de 2007 El autobús nos dejó en la zona turística de Polonnaruwa muy cerca del Museo Arqueológico y los primeros restos de la antigua ciudad. Al descender, varios rickshaws se acercaron a nosotros para ofrecer sus servicios, todo en un tono educado y cordial, sin agobiar como a veces nos ocurre en India. Sabíamos que los hostales se encontraban allí mismo, no necesitábamos transporte, tras comentar nuestro presupuesto a los presentes nos indicaron una casa de huéspedes a menos de veinte metros de donde estábamos, allí nos ofrecieron una habitación por 500 rupias, era bastante cutre, pero suficiente para una noche, no faltaba el ventilador ni las mosquiteras. Una vez esparcidas todas nuestras pertenencias por la habitación nos dimos cuenta de que algo faltaba, una bolsa de plástico con las zapatillas de deporte de Rafa y mis chanclas se habían quedado en el autobús; un rickshaw aprovechó la coyuntura y nos sajó llevándonos al pueblo siguiente, donde acababa el trayecto, pero mereció la pena porque hallamos el autobús y nuestro calzado en su interior. Ya que estábamos allí decidimos comer antes de regresar, esta vez en transporte público. Cruzando la calle, frente a la estación de autobuses, encontramos un pequeño restaurante, allí nadie hablaba una palabra de inglés, sin embargo fue bastante fácil comunicarse con ellos, comimos arroz con curries vegetales y una pieza de pollo frito, todo por dos euros y medio, incluida la bebida. Pensábamos realizar la visita a Polonnaruwa esa misma tarde, pero el tiempo se truncó y una fuerte tromba de agua cayó durante al menos dos horas. Cuando amainó la tormenta inspeccionamos los alrededores,...
Anuradhapura

Anuradhapura

Anuradhapura 25 de enero de 2007 El vuelo desde Trivandrum en Kerala hasta Colombo fue visto y no visto, aun así, y pese a los escasos 40 minutos que duró, el excelente servicio de Sri Lankan Airlines nos ofreció un suculento almuerzo. Al llegar al moderno aeropuerto de Negombo y tras un rápido trámite del visado gratuito de un mes, cogimos un autobús para llegar a la estación de tren de Colombo, allí cogeríamos un tren hasta nuestra primera meta, la antigua ciudad budista de Anuradhapura, apenas a cuarenta kilómetros de la provincia del norte, la zona controlada por los tigres de Tamil. Tardaríamos cerca de seis horas en llegar a Anuradhapura, en el trayecto el color predominante fue el verde de las espesas junglas y el gris de los cielos, que indicaban que la mitad norte del país estaba en pleno monzón. Al llegar nos encontramos con una pequeña y tranquila localidad, nos alojaríamos en una casa de huéspedes junto a uno de los lagos, enseguida nos dimos cuenta de la diferencia de calidad en los hostales respecto a India, en Sri Lanka se paga algo más de dinero, pero las habitaciones suelen ser mucho más grandes y bien equipadas. En ésta una gran mosquitera cubría la cama, pasaríamos una buena noche pero antes nos pegaríamos una excelente cena en La Casserole. Al día siguiente alquilaríamos dos bicicletas para visitar todos los restos de la ciudad, que se dispersaban en un amplio terreno de varias decenas de kilómetros cuadrados. Optaríamos por comprar un ticket múltiple (Round Ticket) para visitar distintos restos de Sri Lanka, nos costaría 40 dólares cada uno. Primero rendiríamos pleitesía al Árbol...
La llegada de las chicas

La llegada de las chicas

Gratas visitas 9 de noviembre de 2006 Y llegaron nuevas visita, Ana y Marta que venían desde España para pasar con nosotros algo más de dos semanas recorriendo la provincia del Rajastán. Todo fue sincronizado, nosotros nos levantamos a las cuatro y media de la mañana y ellas llegaron a las seis al aeropuerto de Delhi, según el horario previsto. Siempre es emocionante recibir visitas, no sólo por la nueva compañía, obviamente lo más importante, también por los suministros y pequeños regalos que nos llegan desde España. En esta ocasión nuestras particulares reinas magas nos trajeron una buena mercancía, piezas del coche que necesitábamos y que son imposibles de encontrar en India, una selecta variedad de productos culinarios de nuestra amada piel de toro extendida, comenzando por el indiscutible jamón serrano, un par de manchegos, algunas latas de anchoas del Cantábrico y aceite de oliva, que se puede conseguir en India, pero a precios astronómicos y nunca de buena calidad. Anota volvió a suministrarnos de películas, que nos acompañaran en muchas noches de furgoneta u hostales, una camiseta de los Goonies, que sospecho procede de alguna tienda Pop de Fuencarral o Chueca, cartas de amigos y un largo etcétera…, no podíamos querer más cosas…, bueno, otro par de manchegos no hubieran venido mal. La bienvenida oficial a India para Ana y Marta consistió en una vaca paseando por el aeropuerto, un pequeño anticipo de lo que se irían encontrado en el camino. No perdimos tiempo, queríamos evitar los atascos de Delhi, que ya conocíamos de otras ocasiones, así que salimos lo más rápido posible hacia Agra, para que ellas...
Isfahan y la plaza del Imam

Isfahan y la plaza del Imam

La plaza del Imam de Isfahán 6 de marzo de 2006 En el centro de la gran plaza del Imam, también llamada Meydan-e Naghsh-e-Jahan, existe un estanque en el que ondean las banderas de todos los países musulmanes, a su alrededor cientos de bóvedas en una estructura de dos pisos forman un rectángulo de 510 m de largo por 165 m de ancho, que convierten a esta plaza en la segunda con mayor tamaño del mundo, sólo superada por la Plaza de Tiananmen en Pekín. Salvo una pequeña zona reservada al tráfico, el resto es peatonal, con zonas ajardinadas y bancos donde sentarse. La plaza está repleta de gente, excursiones de colegios, parejas o familias paseando o sentadas, más los inevitables ganchos de turistas. El conjunto de la plaza y sus monumentos es un cuadro digno de ser visitado con calma, nosotros pasamos gran parte de nuestros cinco días en Isfahán recorriendo esta maravilla. Cada lado de la plaza posee un monumento, La Mezquita de Sheikh Lotfollah, con su cúpula asimétrica respecto a la entrada principal y donde los colores poseen una simbología concreta, el amarillo representa al zoroastrismo, el azul la divinidad y el blanco la vida terrenal. Nosotros visitamos esta mezquita con un hombre que nos quiso acompañar, en principio pensamos que nos pediría dinero pero no lo hizo, nos llevó a un lugar desde donde se observaba la cúpula con detalle y con él visitamos también el interior de la mezquita, donde destaca el efecto de cola de pavo real que forma la cúpula. En uno de los lados cortos de la plaza se encuentra la...